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Más del 40% de los hogares españoles tiene una mascota, un animal de compañía que se acaba convirtiendo en uno más de la familia. Tanto es así que cada vez más propietarios de perros deciden llevarse a su peludo de vacaciones. Sin embargo, existen más dudas sobre qué hacer con el gato, puesto que ya sabemos que los felinos son animales muy territoriales y que se estresan cuando cambian de lugar. "Existen varias opciones a tener en cuenta y escoger una u otra dependerá de aspectos como el tiempo que vamos a estar fuera, la personalidad y carácter de nuestro gato, el presupuesto disponible y la situación personal de cada uno", señala Ignacio Duch, I&D manager de Sanicat.
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El hogar, la opción más segura para nuestro gato
Los gatos son animales muy susceptibles a los cambios, por lo que llevarlos a un lugar desconocido probablemente les genere ansiedad. Además, si no se les acostumbra desde muy pequeños a viajar en el transportín, probablemente el viaje será una tortura para ellos... y para los dueños, en ocasiones. Si bien es cierto que existen productos a base de feromonas que les ayudan a relajarse, no siempre será suficiente para garantizar el bienestar de nuestra mascota durante el transporte. Esto es porque los gatos son animales “sedentarios” y territoriales, se sienten seguros en su hogar. “Cambiar de ‘territorio’, así como desplazarse, implica para ellos sufrir mucho estrés y, como es lógico, no entienden por qué se les aleja del lugar donde se sienten seguros”, añade Duch. Si para un perro lo más importante es seguir al lado de su compañero humano, vaya donde vaya éste, los gatos necesitan estar en su entorno para estar tranquilos y cómodos.
Por ello, la opción más segura para nuestro gato cuando nos vamos de vacaciones es que se quede en casa. Eso sí, debemos tener en cuenta algunas consideraciones, puesto que, pese a que los gatos son animales muy independientes, quedarse solos en casa muchos días sin ningún tipo de atención puede estresarles e, incluso, llegar a enfermarles. “Los gatos requieren atención diaria por nuestra parte y con dejarles kilos de comida y litros de agua no es suficiente, si pensamos ausentarnos unos días”, explica Ignacio.
¿Qué debemos hacer cuando dejamos a nuestro gato solo en casa?
Como decíamos, no se les puede dejar solos días y días sin ser atendidos. Esto es lo que debes hacer para garantizar su salud y su bienestar:
- Encuentra a una persona de confianza que vaya a verlo a diario.
- Se debe limpiar la arena, asegurarse de que tiene comida y ponerle agua fresca.
- Si el gato lo admite, es bueno que juegue con él. Si no, simplemente bastaría con quedarse un tiempo para hacerle compañía.
- Explícale a esta persona cómo es el gato, dónde se esconde si tiene miedo y cuáles son sus hábitos.
- Deja su cartilla a mano y el contacto del veterinario.
- Procura estar siempre disponible por teléfono por si ocurre algún problema o surge alguna duda.
Si no tenemos a nadie que pueda hacerse cargo de nuestro gato, siempre existe la posibilidad de contratar un canguro especializado en cuidado de gatos. Intenta buscar referencias de uno en tu población. Normalmente son gente amante de los animales que los tratará con mucho amor y cuidado, con lo que con darle las pautas anteriores será más que suficiente.
Para ausencias muy largas, hay otro tipo de opciones, como llevar al gato a casa de un amigo o familiar. En este caso, el gato necesitará un tiempo de adaptación y unas sencillas pautas para sentirse tranquilo.
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El gato se viene con nosotros de vacaciones
Si vamos a estar mucho tiempo fuera, también podemos viajar con nuestro gato. Pero también tenemos que tener en cuenta algunas consideraciones. “De nuevo, es importante tener en cuenta si el carácter del gato es afín a este tipo de aventuras. Además, si hemos acostumbrado al minino a viajar, será mucho más sencillo”, afirma Ignacio. Y por supuesto, asegurarnos de que el lugar que elijamos es apto para felinos y no va a suponer un riesgo para nuestra mascota.
Como ocurre con nosotros, antes de salir de casa debemos preparar lo necesario para el gato. Por un lado, el equipaje (transportín, comida, agua, etc.); por otro, hay que preparar al gato para el viaje. Sería interesante que hiciéramos una visita al veterinario para asegurar que su salud es correcta e identificar al gato con microchip (si no lo has hecho ya). También podemos aprovechar para consultarle sobre técnicas o trucos que ayuden a calmarlo durante el trayecto.
Sea cual sea la opción que elijamos este verano, lo más importante será tener en cuenta el bienestar y la seguridad de nuestro gato. Así, podrás comenzar tu viaje con la tranquilidad de que tu amigo está bien y, en caso de que se quede en el hogar, esperando a que vuelvas de nuevo.
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Hoteles y residencias para gatos, ¿una opción viable?
Por último, contamos con la opción de dejarlo en un lugar para animales de compañía. “Los gatos, por lo general, son poco susceptibles a los cambios, pero existen algunas excepciones. Aunque son una minoría, también hay felinos que son muy extrovertidos, sociables y se adaptan sin problemas a cualquier entorno”, afirma Ignacio. Si tu minino encaja dentro de esta categoría, llevarlo a un hotel o residencia felina puede presentar múltiples ventajas. Además de tener una atención constante, se relacionará con otros gatos, disfrutará de nuevos ambientes y se mantendrá entretenido.
Actualmente, son muchas las residencias que cuentan con servicios variados y distintas comodidades. Por ello, lo más recomendable es que compruebes cada uno de sus servicios y garantices que se adaptan a tu gato, ofrecen atención permanente, cuidados, comida de calidad, sesiones de juego y, en definitiva, se preocupan por su bienestar en tu ausencia. Para ello, no dudes en consultar a tu veterinario de confianza, ¡seguro que puede recomendarte el mejor lugar!
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