Cuál es la situación actual de la Covid-19 y qué es remdesivir

Entrevistamos al doctor José Sanz Moreno y hablamos de la situación actual de la Covid-19, así como del medicamento remdesivir, de Gilead, y de si habrá pronto una vacuna

Por Nuria Safont

La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha recomendado autorizar la comercialización condicional del antiviral remdesivir, de Gilead Sciences, para el tratamiento de COVID-19, la enfermedad producida por el coronavirus, en adultos y adolescentes de 12 años con neumonía grave que requieren oxígeno suplementario. De este modo, remdesivir se convierte en el primer medicamento contra COVID-19 recomendado para su autorización en la UE.

Para tener más claro qué ha ocurrido y por qué nos tenemos que seguir protegiendo, as´como para que nos explique qué es remdesivir, hablamos con el doctor José Sanz Moreno, especialista en Medicina Interna, del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, uno de los centros más castigados por la pandemia y que más ha aprendido sobre cómo hacer frente a este virus.

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Coronavirus, creado en un laboratorio o fenómeno natural

Se ha hablado mucho sobre el origen de este virus. En un principio se habló que se originó en un mercado de Wuhan, en China. Más tarde se especuló sobre si podía haberse originado en un laboratorio y si salió de allí intencionadamente o por accidente. “Lo que está claro es que conocemos la etiología y a qué virus nos enfrentamos. Se trata de un virus ARN y que pertenece a una familia, los coronavirus, ya conocida. Lo que ignorábamos era cómo se podía comportar en el ser humano”, afirma el doctor Sanz.

Su procedencia aún se desconoce. “Si bien existe la teoría de que este coronavirus es el resultado de una manipulación genética en el laboratorio y que, como consecuencia de ella, se comporta de una manera determinada en nuestro organismo, en mi opinión, es la consecuencia de un fenómeno natural, como tantos otros que se producen en la naturaleza, y que se seguirán produciendo a lo largo de la historia de la vida sin que sea necesaria la intervención del ser humano”, afirma el especialista.

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Síntomas del coronavirus muy claros

El doctor Sanz Moreno, que ha estado en primera línea en la lucha contra la Covid-19, afirma que esta enfermedad se ha manifestado con unos síntomas bastante claros desde el principio. De hecho, “para nosotros, pruebas como las PCR han tenido un escaso valor desde el punto de vista del diagnóstico clínico, aunque está fuera de toda duda su utilidad epidemiológica”.

Los síntomas de la Covid-19 en la fase aguda han sido, de hecho, casi inconfundibles, en palabras del especialista. Los más comunes en todos los pacientes han sido la fiebre, la tos, dolor muscular, la debilidad general, la dificultad respiratoria y la anosmia o pérdida de olfato, así como del gusto. En la mayoría de las ocasiones no necesitábamos más que observar el cuadro clínico del paciente o realizar una radiografía de tórax para confirmar nuestra sospecha.

Una pandemia en remisión

En el momento en que nos encontramos, ya casi no vemos a pacientes que debuten con los síntomas de la fase aguda de la enfermedad, al menos, en los hospitales de Madrid, que ha sido una de las comunidades más afectadas por este virus. Sí tenemos todavía enfermos con secuelas. Esto quiere decir, efectivamente que, a pesar de que seguimos teniendo notificaciones de tests diagnósticos (PCR) positivos, una buena parte de ellos no representan contagios agudos y recientes.

Preguntado por la "hipoxia muda", algo que ha preocupado a la población, debido a que se ha sabido que algunos pacientes han ingresado directamente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) sin síntomas aparentes, el doctor Sanz Moreno indica que "es verdad que algunos enfermos aparentan estar menos afectados de lo que realmente están, pero ni es cosa frecuente, ni tampoco es algo característico de esta enfermedad (se produce también, en medida similar, en otras infecciones o enfermedades)". Por lo que insiste en no concederle importancia. 

Y es que, según el especialista, afortunadamente, la pandemia, en su forma de invasión directa a las personas, está prácticamente, superada. Por lo que se podría decir que la enfermedad está en una ‘aparente’ remisión. Lo que nos lleva a plantearnos la pregunta de si podemos relajarnos.

El especialista en Medicina interna es claro en este aspecto: “No y por eso nos encontramos aún en estado de alarma y hay distintas fases de desescalada”. Insiste, por ello, en que debemos respetar las indicaciones de las autoridades sanitarias como mantener una buena higiene, cumplir el distanciamiento social, evitar desplazamientos innecesarios, etc. Respecto al uso de las mascarillas, el doctor las recomienda taxativamente. Y señala que su uso es esencial para combatir esta y otras infecciones respiratorias. “Deberíamos tener siempre en casa mascarillas quirúrgicas desechables y llevarlas cuando sospechemos que podemos sufrir una infección vírica susceptible de contagiarla a los demás. Así como quedarnos en casa para evitar epidemias”, indica.

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Cómo afecta el calor al coronavirus

No lo sabemos con certeza. Lo que sí sabemos es que el confinamiento ha sido crucial para doblegar esta pandemia. La cuarentena obligada en nuestras casas, junto a la aplicación de medidas de protección, fundamentalmente, en los centros sociosanitarios (residencias de mayores), en los hospitales o en el transporte público, han debido cumplir un papel decisivo, al ser aplicadas en lugares con tendencia al hacinamiento de la población, lo que favorece la diseminación de la infección.

Por otro lado, puede haber cierta inmunidad, apenas perceptible, en la población. Las circunstancias ambientales probablemente también influyen en la disminución de la capacidad del coronavirus para diseminarse y producir infección en la población. Cualquier virus es un organismo vivo que tiene una capacidad infectiva (‘fitness’ viral) que puede cambiar. Y al igual que ocurre con los episodios de gripe, producidos por el virus de la Influenza, este coronavirus también se puede comportar de una forma cíclica. Esto nos lleva a preguntarnos si el próximo otoño, tal como predicen algunos expertos, viviremos un nuevo brote.

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Nuevo brote en otoño

La probabilidad de que esto suceda tal vez no sea despreciable. Pero la experiencia vivida, que el especialista define como extraordinariamente traumática, no se puede volver a repetir. “Hemos vivido momentos muy difíciles y nos hemos sentido impotentes debido al surgimiento continuo de nuevos casos, las urgencias desbordadas, pacientes a los que no podíamos tratar adecuadamente y que se morían solos. Y no siempre eran enfermos mayores con patologías previas, sino también personas que podían haber disfrutado de 20 años más de vida plena, familiares que recibían por teléfono nuestras noticias sobre el estado de sus seres queridos, y sin la posibilidad de despedirse si el desenlace era fatal. Por no hablar de una cierta sensación de miedo entre los profesionales sanitarios: alrededor del 50 % de los sanitarios hospitalarios infectados, sabiendo que la enfermedad es grave en un 10% y mortal en un 5%”, recuerda el doctor.

Por ello, insiste en que debemos extremar la precaución y hacer caso de los consejos de las autoridades sanitarias para no permitir que esto vuelva a suceder. “He vivido situaciones difíciles en mi vida profesional, pero nunca como esta”, señala el doctor que recuerda que el uso de la mascarilla debería ser obligatoria y que no entiende cómo la población no sale a la calle con ella.

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Remdesivir, el tratamiento que ha ‘salvado’ a muchos pacientes

En esta situación dantesca que ha irrumpido en la sociedad y desbordado los hospitales, ha supuesto cierto alivio o esperanza disponer de remdesivir, un medicamento antiviral de laboratorios Gilead. “Ya se conocía la utilidad de este fármaco en otras infecciones por coronavirus, por lo que se autorizó al principio su uso compasivo y, a mediados de marzo, gracias a la rápida respuesta de la Agencia Española del Medicamento y de Gilead, se pusieron en marcha rápidamente ensayos clínicos internacionales, con una importante participación de los hospitales españoles, entre ellos el hospital Príncipe de Asturias, en el que yo trabajo, para poder poder administrar este medicamento a los pacientes con Covid-19”, explica el doctor.

Se trata del único medicamento existente en la actualidad, con acción específica frente al coronavirus SARS-CoV2, causante de la enfermedad Covid-19: los resultados de los ensayos clínicos mencionados han demostrado una mejoría más rápida en los pacientes que reciben este fármaco, con una tendencia a reducir la mortalidad de la enfermedad, especialmente si se administra en la primera fase de la misma, antes de que surja la segunda fase, caracterizada por un estado inflamatorio masivo (la denominada “tormenta de citoquinas”), que desencadena un daño generalizado, especialmente a nivel pulmonar y de los vasos sanguíneos, originado por una respuesta desordenada del sistema defensivo de la persona infectada por el virus.

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¿Para cuando la vacuna contra el coronavirus?

Mientras tanto, y a pesar de que el doctor insiste en que se necesita más investigación para encontrar moléculas más eficaces, así como tratamientos que logren controlar la fase inflamatoria de la Covid-19, para evitar los casos de trombosis y otros daños irreversibles que ocasiona, esperamos la vacuna, cuya aparición esperan, los más optimistas, de aquí a seis o nueve meses.

El doctor concluye apelando a la responsabilidad colectiva para evitar ‘nuevos incendios’ del coronavirus que vuelvan a poner contra las cuerdas a la sanidad española, así como evitar buscar culpables y tratar de remar todos en la misma dirección para detectar precozmente nuevos brotes, controlarlos e intentar que la población, si ha de infectarse, lo haga de manera progresiva, para que la pandemia sea más controlable y evitar otro tsunami que tantas vidas se ha llevado y tantas familias ha roto.