10 ejercicios para no ‘perder el norte’ en la cuarentena

Entrena la memoria y la agilidad mental con estos ejercicios sencillos y efectivos que puedes hacer en casa.

Por Laura Bech

Los días de confinamiento, el cambio radical en nuestras rutinas, el descanso irregular y, en ocasiones, la soledad si estás pasando estos días en casa sin ninguna compañia, pueden producir el deterioro de muchas habilidades cognitivas. Te proponemos algunos ejercicios que, además de mantenerte activa mentalmente, te harán pasar un buen rato. 

Memoriza detalles de una imagen

Para este ejercicio puedes escoger una fotografía familiar, que te traiga recuerdos alegres y bonitos, o también lo puedes hacer con una imagen que encuentres en una revista o periódico. El ejercicio consiste en memorizar cómo está compuesta esa imagen. Colores, relación entre estos, personajes, paisajes, tamaños y si te animas, hasta cómo imaginas las texturas de los objetos que aparecen. Puedes hacer una lista por escrito y constatar luego si has dejado pasar algún detalle. También es un pasatiempo divertido para hacerlo con otra persona y jugar a quién memoriza mejor.

Contesta rápido con una breve observación

Existen algunas aplicaciones móviles para jugar a este ejercicio de destreza y rapidez mental, pero si no quieres descargarlas, basta con que armes una lista de preguntas y respuestas, puedes hacerlas de los temas que más gusten. Pintura, historia, cine, literatura, deporte, la lista es infinita. Se trata de elegir una ficha y responder rápido a la pregunta. Por ejemplo: ¿Cómo se llama la actriz que protagonizó 'Pretty woman'?

Series de números

Si eres de las que prefieren los números y cálculos este ejercicio es para ti. Prepara cartones con series numéricas y contesta, rápidamente, si alguno de los números que aparece no mantiene relación con esa serie numérica. 

Figuras geométricas y  preguntas con trampa

Los ejercicios en los que la pregunta es confusa o está pensada para que contestes sin razonar son un buen ejemplo de tareas para reforzar la rapidez mental. Son fichas que puedes descargar de Internet en las que debes contestar qué forma geométrica es la que aparece, pero también cuál es su opuesto o semejante. Pasarás un rato divertido además de entrenar tu mente. 

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Operaciones matemáticas

Desde cálculos simples y sencillos con dos cifras, hasta operaciones de multiplicar y dividir. Según tu grado de habilidad elige operaciones que puedas realizar, claro está, sin ayuda de la calculadora. Ponerse con los niños de la familia a hacer la tarea de matemáticas puede ser una buena solución. Si no cuentas con ello, solamente elige números al azar, súmalos o réstalos. 

Busca las diferencias

Es el clásico ejercicio de comparar dos imágenes aparentemente iguales y descubrir qué falta o difiere entre ellas. Busca imágenes que presenten dificultades y te encuentres ante un reto. También puedes marcar un tiempo límite para realizar este ejercicio, esto generará una mayor destreza y rapidez mental. 

Analiza textos

Los cálculos matemáticos son ejercicios muy recomendables para mantener activa a la mente, sin embargo, en ocasiones descuidamos la lectura y escritura como otro ejercicio fundamental para desarrollar y mantener activa la mente, la imaginación y la rapidez mental. Analiza textos, como cuando estabas en el Instituto, busca protagonista, antagonista, conflicto y si te animas, puedes hacer un breve resumen por escrito de los que has leído.

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Escribe un diario

Escribir puede ser una herramienta fabulosa si buscas mantenerte ágil y agudo en tus pensamientos. Puedes llevar un diario íntimo, escribir cartas a familiares y seres queridos y enviarlas por correo o hacer un inventario literario de los objetos que tienes en tu casa y como están dispuestos entre sí. Describe el valor simbólico y afectivo que tienen para ti, quién te regaló determinado objeto, dónde lo compraste o cómo llegó hasta ti.

Lee

Leer es siempre una manera de entrenar la mente. Puedes aprovechar la cuarentena para releer libros que hace mucho años no repasas o buscar en la biblioteca ese ejemplar que has guardado para un momento especial. Cuando leas puedes hacer ejercicios de comprensión lectora, hacer una pausa y repasar sobre las oraciones y su significado ayuda a tener una postura activa. 

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