¿Has descubierto una mentira de tu pareja durante la cuarentena?

Conocer un engaño nunca es agradable, pero puede ser todavía más difícil si ocurre cuando no puedes salir de casa. Te damos las claves para afrontar esta situación

Por Laura Bech

Si en esta situación complicada para todos, generada por la crisis sanitaria del coronavirus, acabas de descubrir que tu pareja no te ha contado toda la verdad sobre algo, lo primero que debes hacer es pensar y clasificar el grado de la mentira. No porque la vayas a aceptar, sino para darle la importancia que corresponda y no sobredimensionar la situación. La mentira duele y tienes derecho a sentirte mal si la descubres, pero después de la primera emoción, piensa y medita tu respuesta. En ocasiones, el orgullo o el hecho de sentirte traicionada te lleva a tomar decisiones de las que luego puedes arrepentirte. 

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Perder la confianza

La mentira es una situación que no debería darse en una relación de pareja, pues lo primero que genera es una pérdida de confianza inmediata muy difícil de recuperar. Si algo une y fortalece las relaciones amorosas son las conductas honestas y sinceras. Cuando alguno de estos pilares se rompe, el vínculo sufre un daño inmediato, en ocasiones irreparable. Por lo general, duele más la mentira que el hecho en sí. 

Cuando la lealtad que depositaste en tu pareja se rompe, tu mundo se altera porque pierdes la tranquilidad que te daba el sentimiento de confianza. Tu autoestima disminuye y te planteas una decisión determinante. Que clasifiques la mentira que acabas de descubrir no significa que la perdones o que te obligues a sentir que no ha pasado nada. Analizar el hecho ayuda a que puedas tomar una decisión acorde a la magnitud del engaño y valorar si vale la pena recuperar la confianza que depositaste en tu pareja.

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Evita el resentimiento y la venganza

Bastante tienes con la decepción como para añadir a tu vida sentimientos negativos que no producen nada bueno en ti. Querer vengarte, o estar reprochando, permanente, a tu pareja lo que ha hecho solo perjudica, aún más, el vínculo y tu estado anímico. 

Perdonar un engaño puede llevar tiempo, requiere de mucha paciencia y de la voluntad de querer hacerlo. Si consideras que no quieres perdonar esa mentira, no pierdas tiempo y energía en enfadarte y reprocharle lo mal que ha estado. Invierte ese tiempo y fuerza en tu recuperación y en salir adelante. Proyecta y visualiza tu futuro inmediato y recuerda que siempre podemos aprender de las experiencias negativas. 

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No culpes ni cargues responsabilidades extras

En ocasiones, las mentiras aparecen cuando una relación está desgastada o lleva muchos años de roces y desilusiones. Cuando las discusiones son moneda corriente es habitual que aparezcan engaños. No hablamos de infidelidades sino de situaciones mucho menos graves, como ocultar situaciones laborales o familiares. Son mentiras utilizadas con la intención de evitar una discusión sin tener en cuenta que, si se descubren, dañarían el vínculo. 

Una mentira no tiene por qué ser el fin de una relación, ni la causante de los todos los males, muchas veces es una manera cobarde de afrontar situaciones que no somos capaces de hacer de otra manera. También mentimos con la intención de proteger a nuestra pareja o de evitar que sufra más. Claro que tienes derecho a conocer la verdad, pero si te encuentras ante una mentira de tu pareja procura distinguir si lo ha hecho por egoísmo y para obtener un beneficio o por falta de herramientas e incapacidad de gestionarlo de otra manera más honesta. 

¿Te animas a perdonar?

Perdonar es una forma saludable de enfrentar la situación con armonía y madurez. El perdón nos fortalece, nos ayuda a aprender de los errores y la experiencia. En ocasiones, perdonar una mentira se asocia un gesto de vulnerabilidad por parte de quien lo hace. Sin embargo, también es una forma adulta, inteligente y empática de responder, incluso de fortalecer la relación de pareja. 

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