¿Qué medidas tengo que adoptar si tengo las defensas bajas?

Los pacientes inmunodeprimidos pueden tener una mayor facilidad de contagiarse. Para evitarlo, estas son las medidas de prevención que aconsejan las sociedades científicas

Por hola.com

Los pacientes inmunodeprimidos que tienen las defensas más bajas pueden considerarse como población más vulnerable para contraer el coronavirus SARS-CoV 2, popularmente conocido como COVID-19. Para evitar el contagio, es conveniente que sigan las mismas medidas de protección que se recomiendan a la población general. También que consulten con su médico por si deben adoptar alguna precaución extra. En cualquier caso, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) en colaboración con la Sociedad Española de Inmunología, ha elaborado un decálogo con consejos para protegerse frente a la enfermedad. 

¿Qué es el coronavirus?

El SARS-Cov-2 es un coronavirus que se transmite por vía aérea a través de las gotas de saliva que se emiten al hablar, toser o estornudar, que sirven de transporte para los microorganismos que se encuentran en las vías respiratorias, pero también al estrechar la mano de una persona enferma o tocar una superficie contaminada. Dicho coronavirus ocasiona una infección respiratoria denominada COVID-19. 

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¿Estoy en riesgo si tengo las defensas bajas? 

Según indican las dos sociedades médicas, hasta ahora no se sabe cómo se comporta este virus en pacientes con inmunodeficiencias primarias o secundarias (pacientes que toman fármacos inmunosupresores). Además, apuntan, la situación de cada paciente puede ser diferente. 

Su vulnerabilidad, por ejemplo, puede depender del tipo de inmunodeficiencia (celular o de anticuerpos), del tratamiento que lleva u otros factores médicos, como su edad, padecer o no una enfermedad pulmonar crónica. 

Dicha sociedades señalan asimismo que, al igual que ocurre con la gripe, es previsible que los pacientes inmunodeprimidos, con enfermedades crónicas debilitantes, edad avanzada tengan un mayor riesgo de contagio y de complicaciones que el resto de la población. 

Por eso, es importante que las personas más vulnerables sean más cuidadosas. Según indica el decálogo, las precauciones son las mismas que con el resto de la población pero con algunos matices. 

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Decálogo de prevención de contagio para personas inmunodeprimidad 

Estas son las recomendaciones que las dos sociedades sugieren para evitar que las personas con el sistema inmunológico deprimido, es decir, con las defensas bajas, deben adoptar. 

1. Mantener una higiene correcta 

Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, o bien con un desinfectante para manos a base de alcohol (al menos 60% de alcohol), especialmente: después de ir al baño, antes de comer, después de sonarse la nariz, toser o estornudar y después del contacto directo con personas enfermas o su entorno. Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca antes de lavarse las manos. Debe realizarse la limpieza habitual de las superficies de la casa/oficina regularmente.

2. Emplear pañuelos desechables

Si no se tienen a mano pañuelos, no es conveniente taparse durante un estornudo con la mano, ya que son las extremidades que se utilizan para interactuar con los demás, por lo que es más conveniente taparse con la cara interna del antebrazo en el momento de toser o estornudar y lavarse las manos enseguida. Si utiliza un pañuelo desechable, luego tírelo a la basura.

3. Evitar el contacto cercano con personas que estén enfermas

Evitar el contacto o mantener una distancia de al menos dos metros con personas que padecen síntomas de infección respiratoria, (fiebre, tos, dolores musculares generalizados, dolor de garganta o dificultad respiratoria), y no compartir con ellas las pertenencias personales.

4. Quedarse en casa en caso de sentirse enfermo

Se recomienda en general quedarse en casa cuando se está enfermo por la probabilidad de trasmitir la infección a los compañeros de trabajo. Además, en estas personas que 3 van a trabajar enfermas se observa con frecuencia una inevitable disminución en la productividad.

5. Tratar de seguir una correcta alimentación

El contagio de las infecciones respiratorias depende en gran medida de la fortaleza del sistema inmunológico. Una buena alimentación es clave para su organismo.

6. No se recomienda el uso de mascarillas

Los centros para la prevención y control de enfermedades (CDC, del inglés Centers for Disease Control and Prevention) no recomiendan que las personas que estén bien usen una máscara facial para protegerse de las enfermedades respiratorias, incluido el COVID-19. Las personas que muestran síntomas de estar infectadas por el SARS-CoV-2 deben usar mascarillas para ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad a otras personas. El uso de máscaras faciales también es crucial para los trabajadores de la salud y para las personas que cuidan a alguien en entornos cercanos (en el hogar o en un centro de atención médica).

7. Evitar las grandes aglomeraciones

Particularmente en niños con inmunodepresión, se recomienda no asistir a lugares donde pueda haber aglomeraciones o excesivo contacto con otras personas.

8. Evitar el consumo de tabaco y alcohol

Además de ser perjudiciales para la salud, estas sustancias debilitan el sistema inmunológico, por lo que el organismo es más vulnerable ante enfermedades infecciosas.

9. Evitar viajar si se tiene fiebre y tos

No debe viajar si tiene fiebre y síntomas de infección respiratoria para evitar infectar a otras personas. Además, particularmente se deben evitar los viajes a las zonas con mayor concentración de casos de COVID-19, tal y como actualizan de forma periódica las Autoridades Sanitarias.

10. Evitar compartir comida y utensilios (cubiertos, vasos, servilletas, pañuelos, etc.) y otros objetos sin limpiarlos debidamente

La evolución del número de casos ira definiendo mejor el riesgo de contagio. Aunque lógicamente es deseable que no se diera ningún caso, si se produjeran infecciones en individuos con inmunodeficiencias o inmunodeprimidos, su evolución ayudaría a estimar de manera más concreta el riesgo para otros pacientes con situaciones similares. En este sentido es importante indicar que existen en desarrollo varios tipos de vacunas y se están buscando tratamientos con posible efecto antiviral que pudieran ser utilizados en pacientes inmunodeprimidos en caso necesario.