La vida diaria está llena de imprevistos que postergan o retrasan tu visita al gimnasio. Sabes que, para mantener un estilo de vida saludable, es fundamental la rutina diaria de actividad física. Sin embargo, no siempre cuentas con tiempo y ganas para acudir al gimnasio y someterte a esperas que parecen eternas y desmotivan hasta al más concienciado.
Si vives en una ciudad y el único momento del que dispones para ir al gimnasio es durante la hora de la comida o al salir de la oficina, que no te extrañe que no haya espacio ni para un alfiler. La mayoría de las personas que trabajan tienen tu misma disponibilidad, los huecos en los gimnasios están en las horas menos pensadas. De todas maneras, como no puedes dejar de trabajar, existe la opción de buscar un sitio que se adecúe a tus necesidades, según la zona, la disponibilidad horaria y las actividades que ofrezca.
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Deja el móvil en el vestuario
Si estás decidida a entrenar duro evita las distracciones. El móvil es un elemento que demanda tu atención y te desconcentra del ejercicio que estás haciendo. Existen clases en las que mirar el móvil es imposible como las de zumba, yoga o pilates, sin embargo en aquellos ejercicios donde existen tiempos de espera, como las máquinas o el HIIT es mucho más viable que quieras entretenerte contestando mensajes de whatsapp o subiendo una foto a Instagram.
Para que el trabajo en un gimnasio sea efectivo tiene que estar concentrada al 100% en lo que estás haciendo. Sí, parece un consejo de madre, pero es la única manera de poder realizar los ejercicio de manera adecuada y evitar lesiones.
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Planifica tu visita al gimnasio
En la actualidad contamos con muchas herramientas que nos hacen la vida más llevadera y agradable. Algunas de ellas son las aplicaciones que puedes descargar en tu móvil y que sirven para reforzar las indicaciones del monitor. Algunas brindan información complementaria como calorías quemadas y tiempos estimados, mientras que otras pretenden guiarte durante el ejercicio. Lo recomendable es que la aplicación del móvil nunca sustituya los consejos del profesor, él es el que está contigo viendo como realizas los ejercicios y es el indicado para asesorarte. Las apps sirven como una ayuda extra que te permite conocer más sobre el entrenamiento y llevar nuevas propuestas a clase.
Si eres de las que aún prefiere el folio con las indicaciones, procura entender cada una de las rutinas apuntadas y tener un monitor cerca para que te ayude a realizarlas. Es común que queramos pasar desapercibidas, cojamos la hoja y comencemos a entrenar como si llevaramos en ello toda la vida. Una cosa es optimizar el tiempo en el gimnasio y otra simular que no has pasado por allí.
Concéntrate y ponte metas
¿Sabes qué escuchar música ayuda a concentrarse en el ejercicio? Uno de los problemas más habituales, cuando acudimos a un gimnasio, es la facilidad con la que nos dispersamos. Si pruebas con música notarás que no solo es muy efectiva para la concentración sino que también es un potente estimulante. Si has practicado spinning lo sabes muy bien, es un método muy utilizado en las clases con un alto desgaste aeróbico.
Ponerte metas y objetivos concretos es un estímulo que optimiza tu visita al gimnasio. Tu meta es tener una vida saludable, pero ayuda si agregas proyectos a corto plazo como perder peso, prepararte para una carrera o, solamente, mejorar tu rendimiento.
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