Si eres 'runner', toma nota de estos consejos para mantener tus pies sanos

Hacer deporte sin lesionarse requiere una serie de pautas que hay que seguir. Te contamos cuáles son

Por Gtresonline

Existen muchas maneras de adelgazar, pero unos buenos hábitos y ejercicio diario son las claves para un estilo de vida saludable. Si no te gusta el gimnasio para ponerte en forma, salir a correr se ha convertido en una de las actividades físicas preferidas en nuestro país. El running es en uno de los deportes más practicados en los últimos años en España (un tercio de los runners españoles supera los 50 kilómetros mensuales), según un estudio de los hábitos de los corredores elaborado por el grupo finaciero Nationale-Nederlanden.

Y no solo eso, el 19% también recorre una media mensual de entre 21 y 30 kilómetros. Hemos ido transformando nuestras rutinas para mejorar nuestra salud, pero debes seguir una serie de consejos para no lesionarte y que tus pies no sufran. Si eres un amante de los maratones y de las carreras, pon mucha atención. 

Lo primero que debes pensar es en comprarte unas deportivas adecuadas. Al hacer ejercicio, la musculatura necesita un aporte sanguíneo más elevado, lo que provoca una dilatación del pie. Si a esto le sumas el incremento de la sudoración, la extremidad se hincha más, de ahí que un calzado que fuera bien en invierno puede ser que en verano no sirva.

Es importante, a la hora de comprar, escoger un par de números más de lo que es habitual, aunque también dependerá de la morfología del pie. Procura que sean sin costuras y transpirables. Una de las lesiones en la piel más comunes son las ampollas, aunque las visitas al podólogo se suelen realizar por asuntos relacionados con las uñas. Córtalas rectas para evitar que se encarnen y presta un especial cuidado si no quieres que la solución sea una intervención quirúrgica. Lima los bordes para evitar que se enganchen con los calcetines o que se acumule sangre debajo a causa de los golpes.

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En cuanto a las ampollas, debes diferenciar entre las que se hacen por el sudor o por el roce. Si ha sido por la primera causa, acude a un especialista para ver qué tratamiento es el mejor e hidrátala con algún apósito encima. Estos contienen gelatina con un tanto por ciento muy elevado de agua, cuya finalidad es refrescar, proteger y cicatrizar la lesión

Además, después de cada entreno o competición, es importante sumergir los pies en agua fría para bajar su temperatura. Si cumplimos todos estos requisitos, podremos hacer frente al calor y proseguir con nuestros ejercicios y competiciones. No se te olvide calentar. Es la mejor forma de que el cuerpo se adapte al entrenamiento intenso. Lo mejor es empezar con un poco de carrera suave, unos estiramientos ligeros y acabar con algunas sentadillas, zancadas y calentamiento articular para que las piernas no se te carguen.  Cuando termines, date un masaje para favorecer la circulación, ayudará a que te relajes y alivies la tensión de los pies. Además, también facilitará la recuperación del flujo de sangre normal de esta zona.