Trabajo

¿Nos volvemos más productivos trabajando menos horas?

Desde que la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, habló de las ventajas de introducir en Europa una jornada laboral de 6 horas, cuatro días a la semana, no hemos de dejado de fantasear con esa posibilidad.

Por Laura Bech

Lo de recortar las horas de trabajo diario y mantener el mismo sueldo no es algo nuevo. Nace hace algunas décadas con la intención de mejorar la productividad de los empleados y obtener de ello más beneficios. De hecho, se han realizado varios estudios y los especialistas no logran determinar si, en verdad, es algo que funcione.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), llegó a la conclusión de que, cuanto más trabaja una persona, menos rendimiento logra. Sin embargo, una investigación llevada adelante en Corea del Sur, publicada en la revista Journal of Happiness Studies, presentó resultados diferentes. En el plano teórico los empleados valoraban mucho la dismunución de horas laborales, pero no se notaba una mejora anímica en ellos. Es decir, los motivaba trabajar menos, pero su felicidad no se veía reflejada en su puesto laboral. El estudio concluyó afirmando que, para  empleados que ya son competentes y rinden positivamente, aumentar la carga de trabajo por la reducción de su horario laboral, los estresaría.

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Beneficios de trabajar menos horas al día por el mismo sueldo

Soñar con una jornada laboral de menos horas solo nos hace pensar en lo positivo. Le encontramos tantas ventajas que ni siquiera nos planteamos su lado B. Pero, ¡cuidado!, no todo lo que reluce es oro. Trabajar 6 horas al día implica disminuir o quitar tiempo a espacios que nos ayudan a mantener la comunicación y la cordialidad entre compañeros de trabajo. Los 45 minutos de la comida, o el ratito del café a media mañana, ayudan a los trabajadores a desconectar y a socializar. La falta de interacción con compañeros produce un decaimiento general en el ambiente laboral. 

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Significa que debemos hacer en 6 horas lo que antes hacíamos en 8. Esta práctica no puede aplicarse de manera general. Como es lógico, no todos los servicios y profesiones pueden adaptar su jornada laboral, lo que lleva a recelos  entre los propios compañeros de trabajo. 

Otro de los beneficios es la posibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar, pero para que podamos hacerlo es necesario que cambien, también, otros modelos. Los niños deberían mantener el mismo horario de colegio y muchos sitios no podrían cerrar sus puertas antes, porque la medida no tendría sentido o sólo sería beneficiosa para el empleador. Si un empleado ya es productivo en la cantidad de horas que tiene asignadas, reducir su horario podría significar menos eficacia.

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¿Todos los países pueden tener una jornada laboral de 6 horas y trabajar 4 días?

Los experto en economía y finanzas sostienen que es un proyecto complejo de llevar adelante y que resulte eficaz. Hacerlo de manera general, en todos los sectores profesionales, es prácticamente inviable. Por lo tanto, en economías competitivas a nivel internacional, es algo muy difícil de aplicar.

Otro de los factores que influye en la posibilidad de aplicar esta medida es la cantidad de habitantes. En países como Finlandia, con 16 habitantes por km2, es algo que se puede gestionar de mejor manera que en sitios con una población numerosa. En cuanto a su política, Finlandia, Noruega y Dinamarca son partidarios de una intervención estatal en la economía, esto permite la redistribución de rentas, el fomento de políticas públicas y una mayor protección de los trabajadores. 

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