Tengo calambres musculares, ¿es por algo grave?

Es habitual que se sufran calambres y, en general, no es debido a un problema de salud. Pero sí hay que vigilar la dieta porque podrían ser la consecuencia de algún déficit nutricional

Por hola.com

En general, los calambres musculares no deben ser un motivo de preocupación ya que son inofensivos y desaparecen, salvo si son demasiado frecuentes, severos y duran mucho tiempo. En este caso, debemos buscar la posible causa de su origen y conseguir cambiarla. La dietista y nutricionista Marta Lorenzo, colaboradora de ¡HOLA!,  nos explica por qué se producen y qué debemos hacer. 

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Existen muchos motivos por los que sufrir calambres, pero el estrés y la alimentación podrían ser de los más extendidos y comunes. Una dieta poco equilibrada causa déficits nutricionales que combinado con un estado de estrés continuo y escasa hidratación, da lugar a calambres constantes.

En cuanto al estrés, no está directamente relacionado con la dieta, pero si indirectamente ya que las personas que sufren de este pueden tener déficit en magnesio. Esto se debe a que  las personas estresadas consumen más magnesio, provocando un déficit de este mineral en el organismo y dando lugar a síntomas tan comunes como cansancio, apatía, contracturas, arritmias o dificultad a la hora de concentrarse.

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Calambres producidos por la dieta 

En algunos casos, nuestros hábitos dietéticos pueden favorecer la aparición de calambres. Estos son los casos más frecuentes. 

  • Mala alimentación: una dieta poco equilibrada en dónde las frutas y las verduras brillen por su ausencia y abunden las grasas saturadas, los alimentos procesados y la bollería industrial, podría ser un motivo por lo que sufrir calambres.
  • Dietas hipocalóricas en personas con alto gasto calórico: en este apartado me refiero sobre todo a personas que practican ejercicio regularmente con intensidad media – alta y no se hidratan ni llevan una dieta correcta, causando déficits nutricionales y más en concreto déficits en minerales. Mucho cuidado sobre todo las personas que sudan en exceso al realizar ejercicio.

Como vemos, las dietas poco adecuadas pueden ser las responsables de la aparición de calambres. La explicación es la siguiente: 

  • Deshidratación: las jaquecas y el estreñimiento son las consecuencias más importantes y comunes relacionadas con la deshidratación, sin embargo, sobre todo en deportistas, los calambres son una dolencia más que normal. Esto se origina  principalmente en personas que sudan mucho o que viven, entrenan o compiten en climas cálidos y húmedos. Y es que, el hidratarse correctamente en estos casos es fundamental por la pérdida de agua y de electrolitos a través del sudor; el músculo si no tiene el sodio ni el agua que necesita, se contrae dando lugar a calambres. Por esto, hidratarse correctamente tanto antes como después del ejercicio es fundamental, y si competimos, beber agua con sodio o bebida isotónica el día de antes y ese mismo día.
  • Falta de potasio y magnesio: estos son los minerales más relevantes y que más se tienen en cuenta cuando sufrimos calambres musculares, pero no son los únicos ya que el sodio y el calcio tienen un papel igual de importante en la transmisión de los impulsos nerviosos y en la contracción muscular.

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Acude al médico si son recurrentes 

Aunque, como vemos, la dieta suele ser uno de los factores que pueden hacer que notemos calambres, sobre todo, en las extremidades,  es de vital importancia saber el motivo real y no dar por sentado que se debe a un déficit nutricional. Y es que recurrirmos a los suplementos alimenticios sin supervisión médica y sin conocer la causa real, podemos encontrarnos con otros problemas añadidos. Por ejemplo, en el caso del potasio, podríamos sufrir hiperpotasemia (exceso de potasio), que aunque es asintomática, puede causar dolencias graves como por ejemplo arritmias.