Medio ambiente

Cápsulas de café y su cuestionable 'sostenibilidad'

Muchas personas desechan las cápsulas erróneamente en el contenedor amarillo pensando que se trata de un envase, pero están tipificadas por la ley como residuos alimentarios

Por Gtresonline

El planeta necesita medidas urgentes. Ante la problemática ambiental a la que nos enfrentamos, cada vez son más las personas que están tratando de cuidar el planeta a través de pequeños gestos en el hogar, como puede ser optar por electrodomésticos de bajo consumo, desconectar los aparatos electrónicos o controlar la temperatura. Sin embargo, aunque somos más conscientes de la importancia de tomar medidas sostenibles en casa, a veces no tenemos conocimiento de lo contaminante que son algunos de los elementos que forman parte de nuestro día a día, como las cápsulas de café.

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Una amenaza para el medio ambiente

Para obtener la dosis diaria de cafeína, muchos amantes del café han optado por las máquinas de cápsulas principalmente por rapidez y comodidad. Basta con poner la cápsula en la máquina, apretar un botón y obtener un rico y cremoso café al instante, sin manchar. Sin embargo, las cápsulas están realizadas con plástico o aluminio y, aunque son prácticas, son una amenaza para el medio ambiente porque sus materiales no son biodegradables

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Según el Estudio del Consumo del Café en España promovido por Cafés Novell, siete de cada diez hogares tienen una cafetera de cápsulas en casa y más de la mitad la utilizan todos o casi todos los días. En España, el 70% de la población adulta consume café a diario y sobre todo en casa, por lo que al año nos bebemos unas 40.000 toneladas de café solo en cápsulas. Es decir, se estima que se utilizan a diario entre cuatro y seis millones de cápsulas cada día y, además, su crecimiento es constante.

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¿Cómo reciclar las cápsulas de café?

Cada cápsula de seis gramos de café requiere otros tres gramos de envoltorio, que en su mayoría son aluminio y plástico que no se recicla o no se hace correctamente. Muchas personas las desechan erróneamente en el contenedor amarillo pensando que se trata de un envase, pero están tipificadas por la ley como residuos alimentarios. Este es el motivo por el que muchas de las empresas que fabrican estas cafeteras están poniendo en marcha iniciativas para tratar de reducir el daño que generan tanto el proceso de producción como el exceso de residuos. Las cápsulas se deben depositar en el gris o en los puntos de recogida específicos puestos a disposición por las marcas, ya que tienen un sistema de reciclado diferente. Parte del contenido se queda dentro del envase y es necesario un proceso especial para poder llevar a cabo una adecuada separación.

Algunas marcas como Dolce Gusto, además de contar con un sistema específico de recogida, dan una segunda vida útil a estas cápsulas. La empresa ha desarrollado un ambicioso proyecto de sostenibilidad para su reciclaje integral, capaz de convertir los residuos en abono de alta calidad y en nuevos productos como material de oficina y piezas de mobiliario urbano.

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