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Las posibilidades que nos ofrece el yoga a través de sus numerosas variantes son casi tantas como necesidades tengamos, siempre desde una perspectiva de equilibrio entre lo físico y lo espiritual, entre nuestro cuerpo y nuestra mente y emociones. La armonía de nuestro ser puede alcanzarse de muchas formas, y por lo general el yoga pone nuestro cuerpo a trabajar para activarlo y relajarlo a un tiempo y de una manera consciente. Pero no siempre es así, porque el yoga reconstituyente está dirigido única y exclusivamente a la relajación y al descanso.
La importancia de la calma
La necesidad de ser activos y eficaces en nuestro día a día parecen encaminarnos a la búsqueda de actividades que nos hagan ser capaces de mantener un buen ritmo vital y estar a la altura de las circunstancias en todo momento. Hemos dedicado en los últimos años mucho tiempo a buscar la manera de responder a la demanda de actividad que nuestro modo de vida nos exigía, y ahora le toca el turno de convertirse en una prioridad esencial a la calma y al relax. Es fundamental valorar y reivindicar la importancia de no hacer nada, de descansar y de invertir tiempo en conseguirlo.
No hay que entender el descanso como un lujo, sino como una necesidad que cuida de nuestra salud, nos libera del estrés, nos hace dormir mejor y mejora nuestro estado de ánimo. Esta necesidad es de la que se ocupa en yoga reconstituyente.
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Un yoga que te ayuda a descansar
El yoga reconstituyente nos sitúa en el espacio que se abre entre la actividad del día y el momento del sueño. Un espacio en el que nos permitimos ver pasar el tiempo de manera consciente sin hacer absolutamente nada, donde la exigencia desaparece y no tenemos que poner a prueba nuestro cuerpo para alcanzar ninguna meta determinada.
En este yoga se busca una entrega al reposo en todos los sentidos, sin buscar ningún provecho. Las posturas permiten al cuerpo soltarse sin ningún esfuerzo y se mantienen entre 10 y 20 minutos para darnos tiempo a experimentar un relax que cumpla una función reconstituyente. Son asanas suaves, que proponen posturas relajadas y pasivas, para que se aflojen nuestros músculos sin que tengamos que hacer nada para conseguirlo. Cuando el cuerpo nota que no tiene la necesidad de moverse empieza a sentir confianza en el hecho de relajarse y es entonces cuando se deja ir.
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El resultado es salud para el cuerpo y la mente
El yoga reconstituyente es especialmente eficaz a la hora de eliminar el estrés y cansancio, tanto si es puntual, como si has acumulado una época de ansiedad y estrés emocional. También puede hacer desaparecer la fatiga que provoca la acumulación de tensiones de todo tipo: mentales, físicas y emocionales. Cuando se logra evitar, a través del yoga, que el estrés se instale en nuestra vida, nuestro organismo se muestra menos vulnerable a desarrollar enfermedades de todo tipo.
Tras una sesión de yoga reconstituyente es más fácil conciliar el sueño y obtener un descanso reparador, aumentando nuestra sensación de bienestar. Además, ayuda a que se regule la tensión arterial.
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