Los gatos son especialistas en desconcertar a los humanos con sus insólitos y repentinos comportamientos. Una de sus grandes 'pasiones' consiste en comer hierba para, en buena parte de los casos, vomitarla minutos después. Toda una incógnita ante la que los científicos parecen haber encontrado la clave. Después de realizar una encuesta a más de un millar de personas, los investigadores de la revista Science Magazine determinaron que este hábito en felinos se debe a un acto instintivo que les beneficia a nivel intestinal.
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Hasta ahora, muchas de las líneas de investigación determinaban que comer hierba ayudaba a los gatos a vomitar cuando estos se encuentran enfermos. Una purga que no siempre sucede, aunque la ingesta de pasto también puede ayudar al felino también para acelerar su tránsito intestinal y mejorar su digestión, ya que las plantas brindan un alto aporte de fibras a su organismo. En estos casos, no es común que el gato vomite pero sí es posible que aumente su cantidad de deposiciones y eventualmente podrás observar la presencia de hierba en sus heces. Sea como fuere, según la investigación, solo alrededor de una cuarta parte de los 'comedores de hierba' (el setenta y uno por ciento de las mascotas de las personas encuestadas fueron pilladas comiendo hierba, al menos seis veces en su vida, mientras que solo el 11% nunca se observó engullendo vegetación) fueron vistos vomitando después, y el 91% de los encuestados aseguró que su gato no parecía enfermo antes de comer césped. En este sentido, los investigadores afirman que el vómito es el subproducto ocasional de comer hierba, pero no el objetivo.
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'Costumbre heredada'
La tesis se apoya además en la Convención anual de la Sociedad Internacional de Etología Aplicada, celebrada en Bergen (Noruega) hace tan solo unas semanas. En ella aseguraban que, como ocurre en el caso de otros animales salvajes como chimpancés, el hábito de comer hierba ayuda a los felinos a expulsar los posibles parásitos internos que pudieran estar presentes en sus organismos al aumentar la actividad muscular en el tracto digestivo. No obstante, dado que los gatos domésticos suelen estar desparasitados y siguen manteniendo esta costumbre, los autores del estudio sostienen que la estrategia probablemente fue evolucionando con el paso de las generaciones. Una de las cuestiones pendientes y que todavía no han sido resueltas es si la ingesta de plantas podría ayudar también a la eliminar las bolas de pelo.
Para satisfacer ese instinto y necesidad de morder plantas, los expertos recomiendan que aquellas personas que tengan gato tengan en casa alguna maceta comestible o apta para gatos. Hay diferentes hierbas para gatos que son comestibles, como el catnip o 'menta para gatos', que además de relajarlos y reducir sus niveles de ansiedad, aunque antes de ofrecérselas a los felinos, es importante informarse correctamente de cuál hay que darle para no utilizar ninguna planta tóxica.
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