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Las autoridades científicas suelen mantener que todo el medio ambiente está interrelacionado, y que no podemos realizar un cambio significativo en una especie de la fauna o la flora sin esperar que por otro lado se de una descompensación y se produzca una reacción, que a menudo son difíciles de predecir.
Si desaparecen las abejas, probablemente desaparezca el ser humano
Algunos insectos parecen no tener una función concreta, y que incluso podrían erradicarse sin mayor problema. Pero tal vez eso produzca una reacción en la pirámide alimenticia o en el desarrollo de ciclos medioambientales. Ya lo dijo Einstein sobre las abejas: si estas desaparecen del planeta probablemente a la humanidad no le quedaría más de 4 años de vida.
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El caso de la desaparición de las abejas es uno de los más interesantes y más urgentes de solucionar. La labor polinizadora de estos insectos no puede sustituirse de ninguna manera, y si las abejas desaparecieran de la faz del planeta, un tercio de nuestra alimentación también se vería mermada. No solo por los vegetales que consumimos directamente, sino por los alimentos de origen vegetal que consumen los animales que forman parte de nuestra alimentación.
Sin embargo, que las abejas están en peligro, no es una teoría, sino una realidad. La contaminación ambiental por el alto porcentaje de CO2 que hay en el aire, los tóxicos volátiles que hay en el medio ambiente y muchos de los sistemas de telecomunicaciones y aparatos eléctricos industriales que producen ondas magnéticas, dificultan tremendamente la continuidad de las abejas. Todo en conjunto ha producido una disminución enorme de las colonias de abejas del planeta y la estimación es que en un par de décadas puede que estos insectos ya no estén entre nosotros.
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¿Los mosquitos cumplen también una función ecológica?
Los científicos parecen estar de acuerdo en que los mosquitos no cumplen ninguna función reguladora del medio ambiente, ni son útiles en ningún aspecto. Es más, lo único que producen son problemas: son portadores de enfermedades, tanto de humanos como de otros mamíferos, y sus picaduras son muy molestas y pueden producir infecciones y reacciones alérgicas.
Bajo la hipótesis de que si los mosquitos no existieran el planeta podría ser un lugar más sano, Alphabet, una empresa de Google se ha propuesto erradicarlos. Para ello han puesto en práctica un proyecto piloto que consiste en liberar una colonia de mosquitos modificados genéticamente para portar una bacteria que les impide reproducirse y que contagia esta condición a las hembras que entran en contacto con ellos.
La forma de liberarlos no es circunstancial o aleatoria, sino que están regulados por complejos algoritmos que son fruto del estudio computacional de las variables más relevantes respecto a la procreación de los mosquitos, sus ciclos de vida, movimientos migratorios y probabilidad de resistencia a la temperatura o las inclemencias meteorológicas.
El objetivo de Alphabet, de confirmar que este proyecto piloto es un éxito, sería ofrecer esta solución contra los mosquitos a los gobiernos del mundo, tanto con fines médicos, como para mejorar los cultivos y la salud de los animales. La pregunta es ¿será sostenible este sistema? ¿Podrán existir consecuencias que podemos pronosticar y que puedan afectar negativamente al ecosistema?
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