Salud

¿Has oído hablar del embarazo críptico?

También conociodo como 'embarazo silencioso', se llama así porque alude a aquellas mujeres que no tienen conciencia de estar embarazadas. Es más, aunque parezca increíble, hay casos en los que no saben que están embarazadas hasta el momento que se ponen de parto.

Por Raquel Sáez

En el ámbito del embarazo, existe un fenómeno poco común conocido como embarazo críptico, en el cual las mujeres atraviesan el proceso sin manifestar los síntomas habituales de gestación. Este fenómeno desafía las expectativas convencionales y plantea interrogantes sobre la relación entre el cuerpo materno y el desarrollo del feto. En este artículo, examinaremos qué es el embarazo críptico, sus posibles causas y consecuencias, así como sus implicaciones médicas. Para ello hemos hablado con Marta Recio, ginecóloga y miembro de Doctoralia para que nos aclare algunas cuestiones en torno a este poco conocido fenómeno que puede afectar a más mujeres de las que cabría pensar.

¿Qué es exactamente un embarazo críptico?

Es un embarazo en el cual la mujer no sabe que está embarazada y lo descubre en el momento del parto o avanzada la gestación. Además, la mujer suele asociar sus cambios con otras patologías o situaciones, por lo que también se normalizan en su entorno.

-Estas son las dudas más frecuentes cuando vamos a dar a luz

¿Es normal o es un poco excepcional que pueda darse esta situación?

Pues son embarazos más frecuentes de lo que muchos piensan. Las estadísticas apuntan a que se produce en 1 de cada 500 embarazos.

¿Hay mujeres que pueden ser más propensas a sufrir este tipo de embarazo? ¿Qué razones pueden llevar a esta situación?

En general, las causas pueden deberse a múltiples razones, entre las más frecuentes podrían estar las siguientes:

  • Reglas escasas o irregulares: son mujeres que están acostumbradas a no tener ciclos normales, y por tanto tampoco su ausencia les alarma.
  • Toma de anticonceptivos: mujeres que toman anticonceptivos y suelen tener reglas escasas o, incluso, amenorreas pueden llegar a tener este tipo de embarazos, ya que, además, parten de la tranquilidad de que  'no puede' haber gestación.

  • Obesidad o sobrepeso: el IMC elevado puede enmascarar los cambios en el peso, además de que son mujeres más propensas a tener reglas irregulares y no las echan en falta.
  • Sangrados durante el embarazo: hay mujeres que durante la gestación presentan sangrados más o menos periódicos que interpretan como reglas, enmascarando, así, la situación real.
  • Gestación reciente o lactancia: mujeres que aún no han recuperado los ciclos tras el parto previo, pueden quedar embarazadas con la primera ovulación si no han tenido protección, por lo que no llegan a tener nunca menstruaciones y eso les enmascara el nuevo embarazo.
  • Personas con problemas psicológicos o negación de la maternidad: las mujeres que tienen patología depresiva o psiquiátrica pueden ser más propensas a tener este tipo de embarazos. Del mismo modo,  aquellas que tienen miedo a la maternidad o han tenido un conflicto emocional con la pareja pueden hacer esta negación de la gestación.

-¿Cuándo se considera que un embarazo es de riesgo?

¿Qué riesgos puede tener una mujer que sufre este tipo de embarazo?

 Las complicaciones de estas gestaciones pueden ser importantes:

  • Falta de controles gestacionales: el no realizar la analíticas ni ecografías correspondientes puede llevar a problemas graves para el bebé y la madre que no van a poder detectarse a tiempo. Tampoco se conocerán posibles enfermedades maternas como la patología tiroidea, la diabetes ni la preeclampsia, que pueden tener serias consecuencias para ambos.
  • Toma de medicamentos o tóxicos no recomendados en el embarazo, lo cual puede tener consecuencias físicas y psicológicas para el feto. Incluso la realización de pruebas radiológicas con radioaciones ionizantes que afecten a la gestación.
  • Abortos no conocidos, que pueden incluso llegar a estar retenidos mucho tiempo y llevar a un aborto séptico si se infectaran
  • Depresión, ansiedad, rechazo y culpa son las principales consecuencias emocionales que la madre afronta cuando se entera de su situación.