Estas son la claves del autocuidado cuando sufres diabetes

Desde que naciste, y aunque no lo supieras, siempre has sido la persona más importante de tu vida a la hora de mantenerte a salvo y cuidar de tu calidad de vida. Y cuando la diabetes entra en tu vida debes tomar partido de un sinfín de decisiones y controles que solo tú puedes darte, y a eso se le llama autocuidado.

Por Cristina Soria

Una vez que somos diagnosticados con diabetes empezamos una nueva etapa de nuestra vida en la que nos convertimos en personas que debemos velar, a todas horas, por nuestra salud, a un nivel muy superior al de cualquier persona que no padezca esta enfermedad. 

Esto hace que al inicio muchos diabéticos recién diagnosticados caigan en un bache emocional muy importante, pues ven mermada su libertad a la hora de llevar una vida normal, y saben que en adelante deberán guardar atención a una gran lista de detalles y cuidados.  

Por eso, y porque en este caso nadie es mejor que uno mismo para atendernos como debemos, los cuidados que podemos darnos consisten en todas aquellas conductas y hábitos saludables que nos ayudarán a mantener a raya la diabetes. Y cuando esto se consigue, la calidad de vida asciende muy considerablemente hasta hacer casi imperceptible que padecemos diabetes.

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Solo tú conoces como es tu caso concreto

Anteriormente la diabetes era una patología que era pautada por los profesionales de la salud y el paciente no tenía mucho margen para autoevaluarse y tomar decisiones. Esto ha cambiado, y ahora ser diabético implica también acabar conociendo muy bien la enfermedad y a uno mismo, y poder discernir síntomas y condicionantes para poder tomar la mejor elección en cada momento.

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A este cuidado que realizamos sobre nosotros mismos se le llama autocontrol, e implica llevar un control exhaustivo de los hábitos que mantenemos en nuestro ocio, llevar un seguimiento de nuestro peso, dejar de fumar, realizar cambios en nuestra alimentación, hacer ejercicio y llevar al día las analíticas.

Aspectos concretos de este autocuidado

Si necesitas insulina, debes conocer cómo realizar la medición diaria de la glucemia capilar. Saber cómo manipular la tira que interviene en la punción del dedo, cómo realizarla, y mantener la piel limpia y protegida frente a las infecciones. Una vez realizada esta muestra, saber leer los resultados es vital, pues entonces todo el esfuerzo no valdría la pena y podrías tener problemas con la dosis de insulina que te debes administrar.

Este autocontrol implica que conozcas cómo realizar cambios en la dosis de insulina en función de los resultados del test, y aplicar por tanto un autoanálisis de los datos para, también, variar tu alimentación o introducir más actividad física a tu rutina.

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La vida está llena de excepciones, y en tu autocuidado también está incluído cómo reaccionar a invitaciones a comidas y festejos familiares en los que la gastronomía cumple una función social muy relevante. 

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Formación y ayuda externa

Cuando padeces diabetes y trabajas tu autocuidado debes formarte como lo harías si un familiar muy cercano necesitará una ayuda diaria y contínua en una cuestión médica de alto alcance. Recibir formación es una opción muy positiva, así como buscar la forma de disponer de sanitarios especializados a los que realizar consulta de forma contínua, sobre todo al principio.

Además, es clave que sepas administrar toda esa información, tanto la que depende de ti como aquella que podría ser más ambiental o de tu propio organismo, y sacar conclusiones ágiles y certeras para poder identificar cuando podrías estar sufriendo una hiperglucemia o hipoglucemia.

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