Psicología

Las pesadillas, tan molestas como beneficiosas

Es cierto que las pesadillas nos hacen pasar malas noches y tienen efectos negativos para nuestra salud, pero hay una parte de ellas que es beneficiosa.

Por Cristina Soria

El origen de nuestros sueños ha sido motivo de estudio desde tiempos inmemoriales, y se han visto envueltos por todo tipo de explicaciones tanto psicológicas y científicas, como pseudomágicas y de tipo premonitorio.

Pocas cosas nos fascinan e inquietan tanto como lo que nos ofrece nuestra mente cuando dormimos y perdemos el control sobre lo que pasa dentro de nuestra cabeza. Los sueños nos inquietan, nos sorprenden y nos hacen cuestionarnos a nosotros mismos en ocasiones, ¿en serio lo que he soñado hoy era algo que estaba en mi cabeza?

Esta sensación se agrava cuando tenemos pesadillas, esos sueños perturbadores que dificultan nuestro descanso y nos hacen levantarnos al día siguiente como si nos hubieran dado una auténtica paliza.

Tener pesadillas de manera ocasional es algo completamente normal, y hay personas que las tienen durante toda la vida, aunque son más frecuentes en la infancia. 

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Cuáles son las causas de las pesadillas

Es lógico que, tras una noche de pesadillas, nos preguntemos qué puede haberlas causado. Lo cierto es que pueden ser muchas las razones que se esconden detrás de las pesadillas. Es muy común que cualquier cambio en nuestra vida que nos provoque estrés o ansiedad tenga el poder de desencadenar un mal sueño; también cuando acumulamos falta de sueño, o este es irregular, es normal tener pesadillas.

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Una de las razones más comunes es haber visto una pelicula de terror o haber leído un libro del mismo género, especialmente antes de dormir. De hecho, a muchas personas no les gusta ver películas de miedo no solo por el mal rato que pasan en el momento, sino porque dan por hecho que van a tener pesadillas esa noche.

El consumo de determinados medicamentos, como los que tratan la presión arterial o el Parkinson también pueden desencadenar pesadillas. 

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Pero no siempre son malas las pesadillas

Según un estudio realizado por el Laboratorio de Sueños y Pesadillas de la Universidad de Montreal en Canadá, un exceso de pesadillas perjudica nuestro descanso y puede causarnos todo tipo de problemas físicos y mentales, como enfermedades cardíacas o depresión. Además, si son demasiado recurrentes pueden causar angustia o ansiedad cuando se acerca la hora de ir a dormir. En estos casos, y si perjudican a nuestro funcionamiento durante el día, es conveniente consultar con un especialista.

Pero, por otro lado, los investigadores también hicieron un sorprendente descubrimiento relacionado con los posibles beneficios que tienen las pesadillas ocasionales para nuestra salud mental. Y es que, al parecer, según Michael Nadorff, autor del estudio, las pesadillas pueden ayudarnos a liberar el estrés acumulado, funcionando como una terapia de exposición que nos permite superar el miedo que nos ha ocasionado un evento perturbador, porque al revivirlo a través del sueño somos capaces de superarlo. Soñar con aquello que nos da miedo sirve para ayudarnos a procesar las emociones y aprender a lidiar con las que son de tipo negativo con más tranquilidad y control.

Por su parte, Lampros Perogamvros, investigador de la Universidad de Ginebra, insiste en que debemos diferenciar entre un mal sueño y una pesadilla. El primero nos ayuda a afrontar determinados miedos, ya que el espacio de los sueños nos resulta seguro. En cambio, el exceso de miedo que causan las pesadillas podría tener el efecto contrario. 

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