Así te afecta la sensibilidad a la insulina (y así puedes mejorarla)

La insulina es una hormona capaz de ayudarnos a perder peso cuando ponemos en práctica los consejos que cualquier diabético debería tener en cuenta.

Por Cristina Soria

La insulina es una hormona que se produce en el páncreas y que se ocupa de regular la cantidad de glucosa que hay en nuestra sangre. Por esta razón se trata de una hormona clave para controlar nuestro peso, pues de ella depende que tengas más o menos grasa o que generemos más masa muscular cuando sintetiza las proteínas.

Cuando mejoras la sensibilidad a la insulina comienzas a adelgazar y a fortalecer tus músculos, pues es esta hormona la que se ocupa de transportar los aminoácidos a los tejidos musculares, y de esta forma se genera la masa muscular.

Mientras comemos, el páncreas segrega insulina, y mientras el nivel de glucosa en sangre aumenta por nuestra ingesta, al generarse la insulina se reduce eliminando el exceso. Pero esta glucosa no evapora mágicamente ni se evacúa, sino que se transforma en grasa. Ahí reside la relación entre glucosa, insulina y peso. Digamos que cuando ingerimos mucha glucosa de sobra, todo va directamente al michelín.

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¿En qué consiste la sensibilidad a la insulina?

Se llama “sensibilidad” al nivel de trabajo de esta hormona. Si eres muy sensible, significa que no hace falta que segreges mucha insulina para neutralizar el exceso de glucosa. Y a la inversa, tener baja sensibilidad significa que necesitas más insulina para conseguir el mismo objetivo.

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Lo más favorable sería mantener una alta sensibilidad a la insulina, y que con poco se regulase el nivel de glucosa en sangre, pues lo contrario hace que segreges mucha y que a su vez aumente el almacenamiento de grasa. Por esta razón, la baja sensibilidad se considera un índice de riesgo de obesidad, diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, pues cuando la resistencia a la insulina es mayor, la grasa se acumula y eso también hace que la sangre aumente sus niveles de triglicéridos.

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Cómo mejorar la sensibilidad a la insulina de tu organismo

Los consejos para frenar la resistencia a la insulina son los mismos que reciben quienes sufren el riesgo de padecer diabetes o los diabéticos ya diagnosticados. Se trata de realizar todos los esfuerzos que conllevan una vida saludable desde un punto de vista físico y nutricional.

Según una investigación de la facultad de Medicina de la Universidad de Vermont, en Estados Unidos, cuando realizamos ejercicio físico y fortalecemos nuestros músculos, estamos potenciando un círculo virtuoso: hacemos que mejore nuestra sensibilidad a la insulina y esta a su vez hace que el músculo aproveche aún más el ejercicio.

La razón por la que mejora la sensibilidad a la insulina cuando hacemos deporte es que en los propios músculos se almacena glucosa, y cuando los ejercitas esta se quema, disminuyendo la densidad total de este monosacárido en nuestro cuerpo, y haciendo necesario menos cantidad de insulina para reaccionar sobre la nueva glucosa que ingerimos.

La forma de que el deporte sirva para conseguir este objetivo es realizar ejercicio aeróbico de baja intensidad (correr, caminar o bicicleta) y realizar después un entrenamiento de alta intensidad para fortalecer los músculos.

Además, también es clave que la dieta que mantengas sea equilibrada y que reduzcas a la mínima expresión el azúcar. Evita los carbohidratos complejos: los cereales industriales, el pan blanco y los alimentos procesados. No abuses del azúcar del café, y limita al máximo los refrescos y la bollería industrial.

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