¿Por qué no me baja el colesterol si estoy comiendo bien?

Puede ser debido a un problema genético. Te contamos si tienes que tomar medicamentos para mantener los niveles de colesterol a raya y cuál es el riesgo de tener el malo alto

Por Nuria Safont

Mantener en un nivel óptimo el colesterol es imprescindible para evitar trastornos cardiovasculares. Pero no siempre es fácil bajar el colesterol malo cuando este está alto. En ocasiones, no es suficiente con llevar una dieta adecuada y hacer ejercicio. Hay otros factores que influyen.  ¿Cuál es el motivo por el que no te baja el colesterol? Vamos a averiguarlo.

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El colesterol es necesario

A pesar de su mala fama, el colesterol es fundamental. Se trata de una grasa esencial que “forma parte de las membranas celulares y de determinadas hormonas imprescindibles para la vida”, explica la doctora Petra Sanz Mayordomo, miembro del Comité de Expertos de la Fundación Española del Corazón. Es decir, gracias al colesterol se pueden formar dichas hormonas. También ayuda al hígado a producir bilis, sustancia para digerir los alimentos.

Un 80 por ciento del colesterol se fabrica en el hígado y el 20 por ciento proviene de algunos alimentos. Este es el llamado colesterol dietético.

Colesterol bueno y malo

Como sabes, hay distintos tipos de colesterol y, comúnmente, diferenciamos entre el bueno y el malo. Sin embargo, esta definición no es del todo exacta.

En realidad, el colesterol viaja a través de nuestro organismo a través de unos ‘vehículos’, las lipoproteínas. Estas son las encargadas de llevar la grasa a todas las partes del cuerpo. Las hay de alta densidad (HDL) o de baja densidad (LDL). Las primeras ‘limpian’ las arterias y eliminan la grasa sobrante para que no se acumule y la sangre pueda circular sin obstáculos. Podríamos pensar en las lipoproteínas de alta densidad como los encargados de la limpieza de una carretera. 

En cambio, las de baja densidad la atascan. Y ese es el verdadero riesgo de tener el colesterol malo o LDL alto: la obstrucción que se puede formar en tus arterias y que aumenta el riesgo de problemas cerebro-cardiovasculares.

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¿Por qué sube el colesterol malo?

Como decíamos, hay factores que pueden influir en que tu colesterol esté más alto:

Ciertas enfermedades provocan alteraciones en el colesterol

Las personas con diabetes, enfermedades renales o hipotiroidismo tienden a sufrir cambios en sus niveles de colesterol, por lo que es recomendable tener un control regular, nos recuerdan los expertos de DosFarma.

Estás embarazada

También influyen el embarazo y ciertas alteraciones en las hormonas femeninas, así como el síndrome del ovario poliquístico.

Estás tomando medicamentos

Igualmente, la toma de algunos medicamentos también puede interferir: anticonceptivos, antidepresivos o diuréticos, por ejemplo.

Comes bien pero también muchos dulces

¿Muchos dulces? Cuidado. Un exceso de alimentos ricos en azúcar también puede acabar traduciéndose en un nivel alto de colesterol en tus análisis de sangre. Cuando se come gran cantidad de alimentos dulces, el páncreas no puede generar suficiente insulina para metabolizarlo y acaba convirtiéndose en grasa de reserva.

Estás más nerviosa de lo normal

Existen varias causas responsables de que el colesterol suba. Es el caso, por ejemplo, del estrés. “Sufrir un momento de estrés agudo no sube el colesterol. Sin embargo, mantenido en el tiempo podría favorecer su aumento, ya que las personas que lo padecen se suelen alimentar peor, abusando de la comida rápida con mayor grasas”, indica la especialista.

Estás haciendo ayuno

Lo mismo sucede con el ayuno. Si pasamos mucho tiempo sin comer nada y, de repente, nuestro organismo recibe una gran cantidad de alimento, sobre todo, si se trata de carbohidratos, el páncreas tendrá el mismo problema y el resultado será el mismo: más grasa que eleva los niveles de colesterol en sangre y de triglicéridos.

Poco ejercicio, sedentarismo, obesidad

Por supuesto, la obesidad, sobre todo, si se trata de grasa en el abdomen, es otro factor que hace que tengamos más riesgo de tener alto el colesterol malo. La falta de ejercicio y el sedentarismo por su parte pueden considerarse también 'culpables' de que tu colesterol suba.  

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Cómo reducir los niveles 

En primer lugar, nuestro objetivo será subir el colesterol bueno, es decir, el HDL. “No disponemos de fármacos eficaces para ello", apunta la doctora. Sin embargo, contamos con medidas a nuestro alcance que lo lograrán. "Es el caso del ejercicio físico aeróbico moderado y diario (caminar, nadar, ir en bici…) y la dieta mediterránea”, asegura la doctora Petra Mayordomo.

Además, hay alimentos que pueden contribuir a bajar el malo. Por ejemplo, “los ricos en fibras (como las frutas, verduras, cereales integrales, etc.) y los alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados (como el aceite de oliva) y poliinsaturados (como el de pescados, frutos secos, etc.).

¿Y si no me baja?

Podría deberse a una condición médica que se denomina hipercolesterolemia familiar, se caracteriza por un aumento en el colesterol LDL desde el nacimiento y por ser la causa genética más común de enfermedad cardiovascular prematura. La HF causa un depósito acelerado de colesterol en las paredes de las arterias que conduce a la ateroesclerosis y a la enfermedad cardiovascular prematura. Sin el tratamiento adecuado, las personas con HF tienen un riesgo de hasta 20 veces mayor de enfermedad cardiovascular prematura. Pero, si se diagnostica a tiempo y se trata adecuadamente, se pueden prevenir los ataques cardíacos, los accidentes cerebrovasculares y la necesidad de cirugía de revascularización coronaria. La literatura científica disponible revela que por cada 6 personas adultas con HF que reciben un tratamiento adecuado se evita un infarto de miocardio en los siguientes 10 años. En total, la detección precoz podría prevenir 30.000 episodios coronarios en España, señalan desde la Fundación Hipercolesterolemia Familiar (FHF) 

Por último, no hay que olvidar que la toma de determinados alimentos funcionales enriquecidos con esteroles, muy de moda en estos tiempos, puede ayudar a reducir el colesterol. Pero no son milagrosos. Por tanto, no hay que abusar de ellos y, si se toman, siempre hay que combinarlos con dieta y ejercicio, además de medicación si el médico lo estima conveniente.  

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