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Algo que puedes comprobar cada vez que sales a pasear a tu mascota es que los perros tienen su propias reglas de comportamiento en “sociedad” cuando están frente a otros perros. Son relaciones que generan vínculos de forma natural y que en ocasiones están promovidas por situaciones más primarias como la elección del líder o el celo.
Pero pese a que los animales tienen sus propios códigos de conducta frente a los de su propia raza, en el caso de los perros, por ser un animal doméstico que está muy vinculado a la rutina y a la educación que ha recibido en su entorno, es probable que los hábitos que le hemos inculcado hayan modelado su carácter. Y desde fuera puede resultar impredecible cuál es el motivo por el que un perro se muestra tímido, protector o ansioso.
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Cada perro es un mundo
Pese a que existen unos patrones que explican en qué consiste la “amistad” entre perros, y cuáles son sus afinidades. Lo cierto es que dos perros nacidos de la misma camada, con unas vivencias iguales, pueden desarrollar una personalidad muy distinta. Como en el caso de las personas, los perros tienen sus afinidades y predilecciones, y solo podemos llegar a desentrañarlas cuando pasamos tiempo con ellos y vamos conociendo en qué consisten.
Hay perros que no toleran a los cachorros ajenos, o que no permiten estar cerca de otro perro de su sexo, o que solo se sienten a gusto con otros de su misma raza. En algunos casos, estas cuestiones tienen un significado enfocado a la procreación. Preferir esquivar o espantar a los perros de su mismo sexo es una medida para no competir si existe la opción de aparearse, por ejemplo.
Es muy importante procurar que tu perro no viva situaciones traumáticas cuando se expone al trato con otros perros, pues uno de los mecanismos de aprendizaje que más desarrollados tienen los canes es el hecho de no repetir aquello que descubren que no le trae buenos resultados. Si, por ejemplo, un perro tiene una experiencia violenta con un perro de otra raza, y este le acaba mordiendo, probablemente cuando detecte otro perro igual (misma raza, misma piel) huya.
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La llamada de los perros
Los perros utilizan su olfato por encima de su visión. Cuando salen a la calle están deseosos de reconocer el suelo que pisan y por eso encienden su radar olfativo para disfrutar del paseo y guiarse. Por esto mismo, cuando llueve se sienten algo más desorientados y buscan con más ahínco reconocer los olores que les informan de que están en suelo conocido.
De la misma forma, es muy positivo que permitamos que nuestro perro olfatee a otros, es la forma que tienen de mirarse a los ojos y entablar una relación y de reconocerse posteriormente. Este reconocimiento se focaliza en la zona donde se desprende más olor por haber mucosas: la trufa y los genitales. Además, están asegurando conocer tanto el sexo del perro que tienen delante como su edad.
Es importante que no cohibas especialmente a tu perro cuando está en ese proceso de reconocimiento olfativo, pues le servirá para sus relaciones “sociales”. Tras ello, puede que ladren y que parezcan discutir. Tampoco es necesario intervenir a menos que existan antecedentes o pistas claras que puede haber un ataque violento. La forma en la que los perros se comunican con las personas, generalmente sin ladridos y cómo se comunican con otros perros pueden ser diametralmente distintas.
Que dos perros que se acaban de conocer se ladren y entablen un pulso para ver quién somete al quién, es un ritual primario y necesario en algunos casos. Después de invertir esa energía en tratar de perseguirse y encontrarse, y ladrarse para medir sus valores, llega la calma y pueden acabar jugando con total tranquilidad. En esto a veces consiste la amistad entre perros.
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