Así debes dormir si te duele la espalda

Una mala posición durmiendo no sólo provoca dolores de espalda, sino que también hace muy difícil conciliar el sueño. Sin embargo, una buena postura al descansar puede volvernos más atractivos, eliminar dolores de espalda o hacer que estemos de mejor humor al despertarnos. Analizamos las posturas más comunes con sus pros y sus contras.

La postura que adoptamos al acostarnos tiene mucho que ver con nuestra salud y nuestro estado de ánimo, por lo que un buen descanso puede condicionarnos el resto del día. Y tú, ¿cómo duermes?

Sobre la espalda, boca arriba

Esta es, sin duda, una de las posiciones más recomendables. Según Ata Pouramini, uno de los quiroprácticos más reconocidos, es lo mejor para evitar cualquier tipo de dolor de espalda o cuello; ya que  la columna vertebral se mantiene en posición neutral y estable. Utilizar almohadas de distintos grosores también resulta muy beneficioso. Por ejemplo, "podemos colocar una almohada gruesa bajo las rodillas, una segunda fina para soportar y arquear un poco las lumbares y otra para soportar la cabeza", recomienda el experto.

De lado

Esta es una posición muy cómoda y sana para la columna. Se recomienda, además, utilizar una almohada fina entre las piernas, para liberar peso de la columna y las caderas. Este último consejo es muy útil durante el embarazo, sobre todo en los últimos meses, cuando dormir se vuelve una tarea cada vez más difícil. "En este caso, la posición decúbito lateral izquierda es mucho más beneficiosa para la madre y para el feto; ya que se incrementa la cantidad de sangre y nutrientes que llegan a la placenta; y la mamá respirará mejor que boca arriba!, explican los expertos del centro Postural Fit.

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En posición fetal

Es la preferida por más del cuarenta por ciento de los seres humanos. Al ser la forma con la que partimos desde el vientre materno, hace que sintamos una sensación de protección y relajación que ayudan a conciliar el sueño.

Puede aliviar los síntomas de una hernia discal, siempre que nos coloquemos doblando las rodillas con una almohada fina, para que se abran las articulaciones y disminuya el estrés sobre los discos. En contrapartida, hay mucha flexión de espalda y caderas; "por lo que las articulaciones pueden aguantar demasiada compresión. Si tenemos alguna lesión o molestia en el hombro o la cadera, ésta puede agravarse si adoptamos esta postura", explican desde Postural Fit.

Además, es una postura que disminuye los ronquidos, ya que mejora la respiración, por lo que está indicada en personas con apnea del sueño. También reduce los reflujos gástricos.

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Boca abajo

Es una mala postura ya que no respeta la neutralidad de la columna. Puede producirnos dolor cervical, dorsal y lumbar, ya que todas las articulaciones intervertebrales permanecen comprimidas. También puede provocar dolores de estómago al apoyar el peso sobre el abdomen, así como ocasionarnos reflujos durante la noche.

Sin embargo, según el experto Ata Pouramini, sí puede ser beneficioso para personas con lumbalgia adoptar una postura boca abajo con una pierna doblada. Para ello, deberemos colocar una almohada fina debajo del pecho para aliviar la tensión cervical y otra bajo la cadera. "Aunque las cambiemos de lado, continuarán ejerciendo su trabajo a modo de palancas sobre los nervios y articualaciones; lo que provocará la relajación de los músculos tensionados".