Verduras de siempre que son superalimentos

Si a tu madre le dijeran que te alimentaba con superalimentos probablemente pondría el grito en el cielo. Ahora eres tú quien hace la compra y puede que tampoco sepas que las verduras de toda la vida también esconden secretos nutricionales.

Por Cristina Soria

Todos los días oímos hablar de nuevos superalimentos que parecen llegar para quedarse. Semillas, verduras y frutas desconocidas con unos valores nutricionales innegables y que pueden aportar nuevos sabores. Pero un reciente estudio del CDC de Estados Unidos, refleja que algunas las verduras “clásicas” tendrán todavía larga vida, porque pese a que no reparamos en ellas porque no son tan llamativas, como los nuevos superalimentos, siguen siendo muy saludables y aportar un valor nutricional que también las sitúa en lo más alto del ranking nutricional.

Este estudio refleja que una buena alimentación a base de alimentos naturales no tiene porqué basarse en los descubrimientos más novedosos. Alimentos clásicos como la coliflor y el repollo son fuente de vitaminas y minerales sin apenas contener calorías. Probablemente esta época de dietas saludables y culto por lo natural sea el mejor momento para volver a enamorarnos o valorar como se merecen aquellas verduras y hortalizas que hemos conocido desde siempre, pero que permanecen en un segundo plano.

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Calabaza

Es muy buena para la piel por su alto contenido en vitamina A y C, y su poder antioxidante, que combate el efecto del tiempo en tu piel. Además, la vitamina A también ayuda a que tu pelo esté más saludable y adquiera fortaleza porque aumenta la producción de sebo, que es un hidratante natural.

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Por cada 100 gramos de calabaza, sólo estamos ingiriendo 26 calorías y cero grasas saturadas, las que producen el colesterol malo. Además, aportan betacaroteno, que es un antioxidante que en la calabaza podemos encontrar en altas cantidades, y este regula los niveles de azúcar en la sangre, por lo que ayudará a tu sistema inmunitario.

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Coles de bruselas, brócoli, coliflor y repollo

Estas cuatro verduras pertenecen a la misma familia, son crucíferas y tienen un alto aporte de vitaminas C, E y A y potasio. Tienen mucha fibra y son fuente de aminoácidos. Pero uno de sus beneficios más notables es que se les considera alimentos anticancerígenos por su alto aporte de glucosinolatos, que son las sustancias que necesitan las enzimas para combatir los radicales libres, que en última instancia propician la aparición del cáncer.

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Sus beneficios cardiovasculares son muy notables porque contienen “sulforafano isotiocianato” que es un antiinflamatorio natural que actúa a nivel cardiaco, previniendo los los daños cardiovasculares y ayudando a regular los procesos inflamatorios. De tal modo que, tomando cualquiera de estas cuatro verduras crucíferas (coles de bruselas, brócoli, coliflor o repollo) estás previniendo la isquemia, arteriosclerosis y la posibilidad de sufrir de ataques al corazón.

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Pimientos

100 gramos de pimientos solo aportan 20 calorías, sin embargo tienen una concentración muy alta de micronutrientes y fibra, por lo que resultan una opción saciante muy válida y casi desconocida. Esta hortaliza tiene un altísimo contenido en vitamina C,190 miligramos por cada 100 gramos, el triple que las naranjas.

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Contra la creencia popular, los pimientos son digestivos si se ingieren en cantidades moderadas. Dado su alto contenido en fibra combaten el estreñimiento y actúan contra el cáncer de colon al controlar las grasas del colesterol y el azúcar en la sangre. Además, son considerados un antibiótico natural y tienen un efecto analgésico.