Cómo saber si eres una persona controladora

La necesidad de tener toda nuestra vida bajo un excesivo control puede ser un reflejo de nuestra inseguridad y falta de confianza en nosotros mismos.

Por Cristina Soria

Las personas controladoras son aquellas que quieren controlar todas las situaciones en las que se encuentran y que dictan a aquellos que tienen cerca cómo tienen que comportarse. Todo está planificado, calculado y organizado según lo que ellas ha decidido con un extremado rigor. El mínimo cambio les afecta mucho, por eso no dejan nada al azar: piensan en todos los detalles y se adelantan a todos los imprevistos que puedan acontecer.

¿Por qué necesitan tener todo controlado?

El principal motivo es el miedo al fracaso y a lo que los demás puedan pensar de ellas. Para evitarlo, surge la necesidad de control absoluto. Pero como el miedo y la inseguridad nunca desaparecen, se convierte en personas insatisfechas, ya que siempre aparecen nuevas situaciones que hay que controlar.

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Formas de saber si eres controladora

Estas son las características que definen a una persona controladora. Si cumples varios de estos puntos, puede que tú también lo seas:

  1. Crees que tu forma de hacer las cosas es siempre la mejor, y no entiendes que alguien pueda hacerlas de otra manera y que sea igual de válida que la tuya.
  2. No soportas que haya imprevistos ni cambios de planes, por eso te altera que las cosas no salgan como tú quieres.
  3. Te desespera no saber qué va a pasar en el futuro porque, evidentemente, escapa a tu control.
  4. Mantienes también el control en cómo te muestras ante los demás, para que no te vean débil en ningún momento.
  5. Odias cometer errores y lo evitas hasta el punto de dejar de hacer cosas por el miedo a equivocarte.
  6. Le das muchas vueltas a las cosas para encontrarle una explicación a todo, aunque se trate de cosas que ya han pasado.
  7. No sabes improvisar en el último momento, por eso siempre llevas todo bien planificado.
  8. Buscas controlar tus sentimientos para que no te sorprendan y te causen incomodidad.
  9. Te autoengañas y buscas estar pendiente de todo el mundo para evitar el miedo al rechazo.
  10. Te surgen muchas dudas antes de tomar una decisión, porque tienes que asegurarte de que las cosas van a salir como tú quieres.

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Cómo afecta a tu vida ser una persona controladora

Cuando te empeñas en tener todo bajo control, y lo consigues, obtienes una sensación de seguridad y fortaleza. Pero esta sensación no es auténtica, porque lo ideal es que lograras sentirte así sin tener la necesidad de controlarlo todo.
En cambio, seguramente sientas ansiedad cuando no consigues que todo salga como tú quieres, además de vivir en un estado de indecisión permanente que te impide realizar cambios en tu vida, por mucho que puedas llegar a necesitarlos.

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Cómo puedo dejar de intentar controlarlo todo

Si has concluído que eres una persona controladora, pero quieres dar el paso de dejar de serlo, has de plantearte hacer un cambio de pensamiento y actitud en toda regla. Y lo primero que has de entender (y no olvidarlo nunca) es que todo aquello que no podemos planificar hace que la vida resulte maravillosa. Porque no hay nada menos estimulante que saber de antemano todo lo que va a ocurrir.

Además, es necesario que entiendas que no necesitas controlarlo todo, porque no saber todo acerca de tu vida no implica ningún peligro. De hecho, las mejores cosas que nos pasan en la vida son aquellas que podemos disfrutar pero no podemos llegar a controlar.

Cuando sientas que puedes improvisar y  ser flexible ante los acontecimientos, dándote la oportunidad de que las cosas no salgan siempre perfectas, descubrirás que todo es mucho más sencillo y te sentirás liberada de una carga que te había acompañado más tiempo del necesario.

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