¿Sabías que tu mejor terapeuta puede tener cuatro patas?

Los animales no juzgan, no ponen etiquetas e interactúan con personas con discapacidades físicas o psíquicas, ancianos o pacientes con depresión. De ahí que se utilicen como terapia. Y los resultados son sorprendentes. Incluso pueden contribuir a rebajar la medicación.

Por Nuria Safont

Quien tiene un animal de compañía lo sabe: son la mejor terapia. Nos dan la bienvenida cuando llegamos a casa, nos hacen sonreír a pesar de haber tenido un mal día, nos sacan de paseo y nos obligan a hacer ejercicio. Pero sus habilidades para facilitarnos la vida van más allá. Pueden detectar una bajada de azúcar, infartos o mejorar la comunicación en niños autistas. Son, de hecho, un excelente apoyo para los terapeutas. Hablamos con Isabel Salama, experta en terapia asistida con animales, para que nos explique en qué consiste esta ciencia y qué animales son los más aptos para ayudarnos. 

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¿Por qué se dice que los animales son la mejor terapia?

Se dice que son la mejor terapia porque son incondicionales, no juzgan, te ayudan a vivir el presente y a disociarte de los problemas que podemos tener en la cabeza. Son agradecidos y, a su vez, exigentes en su cuidado, hidratación y alimentación. Esto nos hace responsables de una vida, lo que no es poco.

¿Qué beneficios nos aportan?

Los beneficios suelen ser el poder ser más consciente, darte cuenta de ti mismo, abrir el corazón y la empatía, poder tener una movilidad más amplia, tener la compañía de alguien que no te juzga y no te tiene etiquetado. En cualquier caso, el ser humano evoluciona y se desarrolla mejor aumentando la comunicación con seres inocentes y diferentes a nosotros.

A lo largo de mi experiencia como terapeuta, he sido testigo de grandes sonrisas, de carcajadas, de mejora de la atención y la concentración, de sentirse amado, aceptado y acompañado... E, incluso, de rebajar la medicación. Por ejemplo, el Hospital de Torrejón, ha incluido la terapia con perros para mayores con depresión y han visto que los pacientes necesitan menos medicación. Ocurre lo mismo con niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). 

Personalmente, he tenido animales toda mi vida y me han dado mucho. Aumenta la capacidad de compasión, comprensión y ternura. Y esto es algo muy importante para muchas personas. Muchas veces, los animales pueden convertirse en la base para poder comenzar a amar y a tener buenos sentimientos.

¿Cuándo hablamos de terapia asistida?

Desde la Asociación Española de Terapias Asistidas con Animales y Naturaleza (AETANA) recordamos que los animales no son terapéuticos si uno no asume por completo el cuidado de su animal de compañía. Si no lo hacemos, pueden ser todo menos terapéutico, ya que la atención que requieren puede interferir en la libertad y puede llegar a ser un estorbo y una interferencia.

En cualquier caso, no hay que olvidar que, para que haya terapia, tiene que existir la figura de un terapeuta. La sensación de bienestar que producen nuestras mascotas no es una terapia en sí, sino beneficios que nos aportan. La terapia asistida con animales es una ciencia que requiere investigación, intervención y seguimiento.

¿En qué consisten estas terapias?

Este tipo de terapias están diseñadas para mejorar la calidad de vida de los pacientes mediante la interacción animal y ser humano. Consisten, básicamente, en visitas amistosas, en el contacto, el cuidado y pueden ser conducidos por especialistas o por voluntarios debidamente entrenados, así como los animales. Además, no están limitadas al paciente. Toda la familia puede asistir a estas terapias. 

¿En qué problemas o patologías pueden intervenir?

Hay muchos tipos de intervenciones: terapia ocupacional para personas con discapacidades, psicopedagogía para niños que sufren algún problema escolar o conductual; psicoterapia para personas con problemas de tipo conductual, emocional o mental; fisioterapia con caballos para personas discapacitadas físicas, con problemas de movilidad, espasticidades (un tipo de trastorno motor) etc.

Otra forma de terapia es el adiestramiento y el aprendizaje del manejo de los animales, ya que la salud mental, emocional y conductual del adiestrador es muy importante para que haya resultados. Hay un dicho que dice "dime cómo está tu perro y te diré cómo estás tú”. Esto se puede generalizar a todos los animales que conviven con nosotros.

Otros tipos de terapia, que suele realizarse con perros, son las que se realiza en residencias geriátricas, centros penitenciarios, hospitales de día, áreas de oncología de niños, etc,. Por otro lado, existen también animales que trabajan con personas ciegas, sordas o que tienen algún riesgo de infarto, de hipoglucemia o de ataque epiléptico. Estos animales, además de hacer compañía a sus dueños, están trabajando para cuidar de ellos.

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¿Con qué animales se pueden realizar?

Es preferible que sean animales cercanos al ser humano, como pueden ser perros, caballos, gatos, conejos mascota o cualquier animal adaptado a convivir con nosotros. No soy partidaria de las terapias con animales salvajes a los que se tiene que sacar de su hábitat y castrar su naturaleza original.

¿Se han realizado estudios con niños autistas?

Sí. A pesar de no haberme especializado en esta patología, he visto como estos niños pueden expresar emociones con los animales. Eso sí,  jamás hablamos de curación. Pero sí se ha visto que ayudan a personas con autismo a que tengan un mayor contacto visual, más expresión de su voluntad y de sus emociones y una mayor aceptación de la realidad, independientemente de la que necesitan para sentirse seguros.

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