Tras un periodo en el que hemos comido en exceso o consumido alimentos de baja calidad nutricional como precocinados, comida rápida, etc..., el contenido de toxinas en nuestro cuerpo -junto al grado de estrés que tenemos todos- va a ocasionar una 'saturación' del hígado bastante importante y a la que tenemos que poner solución. Por ello, de vez en cuando, deberíamos detoxificarnos o, mejor, adquirir ciertos hábitos en nuestro día a día que nos ayuden a evitarlo, sobre todo debido a la importancia del hígado en nuestro organismo por sus múltiples funciones en sobre el metabolismo.
¿Cómo podemos saber si el hígado se encuentra saturado?
Algunos de los síntomas que podemos sentir son:
- Hinchazón abdominal y malas digestiones; sobre todo de las grasas.
- Náuseas.
- Astenia o cansancio.
- Dolor en los laterales del abdomen con suspiros frecuentes.
- Trastornos del ciclo menstrual.
- Sensibilidad y alergias a productos químicos.
Estos son algunos de los signos que pueden alertarnos de que debemos cambiar algunos hábitos alimentarios, sin embargo, llevando a cabo una buena alimentación, podremos poner remedio a esta situación.
La idea es darle menos trabajo al hígado; para ello, además de llevar una buena alimentación, debemos realizar ejercicio y descargar la vesícula biliar -encargada de liberar la bilis y estimular el peristaltismo o movimiento intestinal-, evitar fermentaciones anormales, eliminar el exceso de colesterol y, lo que es muy importante, ayudar a la eliminación de tóxicos que se acumulan en nuestro cuerpo.
Recomendaciones nutricionales:
- Llevar una dieta más alcalina en donde las verduras y frutas predominen. En concreto, no deben faltar las verduras de hoja verde, alcachofas, rúcula, endibia, escarola y apio. Los alimentos germinados pueden ser buena opción.
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- Tomar 1 ó 2 veces al día una taza de caldo depurativo de verduras con algas.
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- La manzana es una fruta que nos ayuda a limpiar la vesícula gracias a un compuesto llamado ácido málico. Importante comerla si puede ser ecológica y con piel.
- Tomar en ayuno un vaso de agua con zumo de medio limón.
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- Evitar el tabaco, café, alcohol, picantes muy fuertes, carnes, alimentos con grasas de mala calidad, bollería, fritos, azúcar, drogas, comer más de lo que necesitas y medicarse en exceso.
- Realizar ejercicio diariamente, eligiendo aquellos ejercicios donde predomine la torsión del tronco como, por ejemplo, yoga o pilates.
Y, por último, y no menos importante, no reprimas tus emociones. Es una de las causas más importantes de bloqueo hepático.
