La aspirina podría ser eficaz en la lucha contra el cáncer

Los científicos creen que puede reducir, en algunas personas, el riesgo de desarrollar tumores colorrectales y de pecho

Por hola.com

Seguro que alguna vez ha tomado una y en muchas casas sigue ocupando un lugar fijo en el botiquín. Hablamos de la aspirina, tal vez uno de los fármacos más conocidos desde su nacimiento en 1987, cuando el químico Felix Hoffman, de la compañía Bayer, descubrió su principio, el ácido acetilsalicílico, para reducir el dolor que la artritis estaba causando en su padre.

Ahora, cuando la veterana medicina ya ha cumplido sus primeros 100 años de vida, sale a la luz una noticia que puede mejorar su fama: podría ser eficaz para prevenir algunos tipos de cáncer.

En concreto, dos recientes estudios han demostrado que puede ayudar a prevenir el cáncer colorrectal y ya se había probado que puede también ser eficaz a la hora de disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama, estómago o esófago. Pero no es cuestión de echar las campanas al vuelo, sino de seguir investigando, ya que los médicos advierten de que estos satisfactorios resultados no suponen que todo el mundo deba tomar aspirina a diario, pues los resultados se han obtenido en pacientes con un alto riesgo de desarrollar estos tumores. No hay que olvidar que se trata de un fármaco que también puede tener efectos secundarios, por ejemplo propiciando la aparición de úlceras de estómago.

El objetivo, por lo tanto, es determinar con exactitud qué tipos de cáncer previene, en qué personas y cuáles son exactamente los efectos anticancerígenos de la aspirina. Pero parece que se ha sentado la base, pues algunas investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos han corroborado que las personas que toman aspirina de manera habitual tienen un 40% menos de riesgo de morir de cáncer colorrectal o de sufrir cáncer de mama que el resto de la población.

Esta nueva noticia se suma ya a los otros efectos beneficiosos de la aspirina, que se había demostrado eficaz en pacientes de corazón y como instrumento para luchar contra los problemas inflamatorios.