UN LUGAR LLAMADO BELÉN
 -Galilea:La tierra de   Dios
 -El lugar exacto   donde nació Jesús
 -La basílica de la   Natividad
 EXPOSICIÓN DE BELENES
 -Belenes de siempre
 -Belenes de hoy
 -Belenes en la   pintura
  CURIOSIDADES DE   LA HISTORIA
  -El primer belén
 -El primer árbol de   Navidad
 -El primer 'christmas'
 -El origen del   villancico
 -La canción  
  navideña más   universal


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  EL LUGAR EXACTO
DONDE NACIÓ DIOS

Galilea era su tierra. Nazaret, el pueblo de sus padres. Belén, el lugar adonde acudió a empadronarse el carpintero José. Y una perdida Gruta, el lugar en el que vino al mundo, porque no había lugar para ellos en las posadas. Llama la atención que, en el justo lugar donde la tradición y la Historia dicen que nació el Salvador, no haya un niño Dios o una Virgen con un niño, sino una estrella de catorce puntas y una inscripción que, al leerla, sobrecoge: “Aquí nació Jesucristo de María Virgen”.

  Para entrar a la basílica de la Cristiandad uno tiene que agacharse, ya que la puerta apenas tiene un metro de altura. Así se ordenó hacer siglos atrás para evitar que, en las continuas incursiones guerreras –sobre todo la de los turcos–, fuera profanado el lugar por soldados a caballo.

  La gruta, que se encuentra bajo el presbiterio de la basílica, conduce al pesebre donde nació Jesús. Un espacio cuadrado, de reducidas dimensiones, (12,3x3,5 metros), con un pequeño ábside en el extremo oriental donde se encuentra un altar.

  Todo es piedra y está desgastada por las pisadas de millones de seres que han querido visitar el lugar… Todo es resumen de historia y de fe… Y de repente, la imagen plateada de la estrella del pesebre señalando el lugar exacto donde vino al mundo el Mesías: "Virgine Maria Iesus Christus natus est”, (Aquí nació Jesucristo de la Virgen María).

La triste historia de la estrella
  Esta estrella que fue hecha con la plata que los españoles trajeron de América es testigo y testimonio de la más fabulosa historia que vieron los siglos. De hecho, cuando los griegos la arrancaron rompiendo tres clavos y dos de los catorce rayos que representan las catorce estaciones del Vía Crucis, estalló la guerra de Crimea. Han pasado siglos desde entonces, desde que un sultán ordenara a sus vasallos que la volvieran a colocar, y la estrella sigue ahí… A la espera de seguir recibiendo a los millones de peregrinos que, cuando se detienen ante ella, no pueden evitar ni orar ni llorar.