¿Crees que todos los suelos de madera son iguales? Nada más lejos de la realidad. Más allá de la variedad de madera y el acabado que elijas, la colocación de las lamas o tablillas no solo influye en la forma en la que se percibe la estancia (ampliándola, reduciéndola o incluso compensando alguna deficiencia) sino que es un recurso estilístico de primer orden: tú eliges si quieres que se integre de forma armoniosa con el resto de la decoración, que aporte una nota de contraste o que se convierta en protagonista del espacio.
Te explicamos todas las opciones disponibles, incluidos diseños clásicos como las espigas, los dameros y otros elaborados diseños geométricos que (¡alerta spoiler!) vuelven con fuerza.

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A junta libre: pura versatilidad

La colocación en paralelo de las lamas es la más común, por lo que es habitual encontrarla en la mayoría de los hogares con parquet. Cuando la longitud de cada una de las tablas es desigual (como en esta propuesta de Leroy Merlin en roble gris claro) en la que los extremos de las lamas no coinciden con sus alternas, se denomina colocación a junta libre y da lugar a un patrón poco definido, que deja todo el protagonismo a la madera escogida.

En espacios de dimensiones reducidas, decántate por modelos con tablones no muy grandes en colores claros, ya sea con diseños de una sola lama, para que la variedad de madera luzca en todo su esplendor, o bien formados por dos o tres tablillas, si buscas un marco más neutro.

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Con junta regular: la belleza de la simetría

Este diseño de parquet es también una colocación en paralelo, pero se diferencia del anterior en el uso de lamas de la misma longitud en sus filas alternas, lo que consigue un efecto regular y armonioso. Propio de ambientaciones actuales de aire nórdico, un buen ejemplo es esta propuesta de la firma Haro, realizada con un laminado de acabado blanqueado colocado en paralelo con junta regular.

En cualquier caso, ten en cuenta que para para conseguir este efecto se desperdicia más material que si se opta por una instalación a junta libre.

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A la francesa: suelos rústicos y personalizados

Un tercer tipo de colocación en paralelo es el denominado a la francesa, cuya principal característica es que combina lamas de longitud y anchos diferentes, para crear un patrón irregular. De ahí que se suela reservar para ambientaciones con sabor rústico, de aspecto ‘vivido’, que reivindican el contraste y la imperfección para crear proyectos personalizados y singulares.

La cocina con office de la imagen se ha diseñado con el laminado Roble Romance de Faus, cuyas lamas se caracterizan por su diseño con tres tablas de diferentes anchos y largos, que recrean la colocación a la francesa simplificando enormemente su instalación.

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Dibujo en espiga: un clásico que se actualiza

Este diseño clásico, también denominado ‘espina de pez’ o ‘pluma’, es uno de los que vuelve con más fuerza, respaldado por su carácter elegante. Realizado a partir de la colocación de tablas de igual longitud de forma perpendicular, dando lugar a un ángulo de 90º entre sí, el efecto final varía mucho en función de las dimensiones de las lamas y su acabado, así como de su disposición.

De este modo, por ejemplo, en la propuesta de la fotografía, realizada con un parquet de Meister, las lamas de buen tamaño en un acabado blanqueado le confieren un carácter contemporáneo a este suelo en espiga, mientras que la elección de maderas oscuras y lamas estrechas crean entornos más clásicos y señoriales.

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Asimismo, hay que tener en cuenta que, además de los diseños en espiga simple, como el anterior, también existen entarimados en espiga doble, que agrupa las tablas de dos en dos (como el que propone Junckers en esta imagen) e incluso triple. En estos dos últimos casos, el resultado es más denso y menos estilizado que en las versiones de suelos en espiga simple.

Sea como sea, las lamas de madera en espiga tienen tendencia a ‘ensanchar’ visualmente el espacio, por lo que se deben orientar en función del efecto buscado.

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Punta Hungría: elegancia y dinamismo

Nacido en los châteaux franceses del siglo XVII, el parquet en Punta Hungría, también conocido como Chevron, puede considerarse una variación del de espiga, pero en el que, a diferencia de este, las lamas se disponen entre sí formando un ángulo de 45 a 60º y enfrentándose en las puntas.

La característica más destacable de este diseño de parquet es que aporta un gran dinamismo a los espacios, con efectos que varían en función de cómo incida la luz en las lamas: si estas se disponen en la dirección de la luz, los tonos de las tablas se verán homogéneos, mientras que, si la instalación se realiza en sentido perpendicular, se acentúa el contraste de colores.

Si bien la instalación en Punta Hungría es laboriosa y requiere profesionales cualificados, ya hay incluso suelos laminados que han incorporado este formato en los diseños de sus lamas, como Quick-Step (en la imagen), de forma que se puede disfrutar de sus patrones apuntados con una colocación incluso flotante y una estética actualizada, en gran formato.

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Damero: ideal en decoraciones de aire retro

Los suelos de damero, formados por losetas compuestas por tablillas que se colocan alternando el sentido de cada una de ellas (para crear el efecto de un tablero de damas que les da nombre), son un diseño tradicional prácticamente en desuso desde hace años pero que, en la actualidad, reivindican su lugar en interiorismos a los que se quiera imprimir un cierto aire retro.

De ahí que ya haya firmas incluso de suelos laminados, como Egger (en la imagen), que recuperan este tipo de diseños y los incorporan en sus lamas de colocación con ‘clic’, con diseños que juegan con las geometrías.

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Parquet industrial: robusto y con una estética única

Formado por pequeñas tablillas rectangulares colocadas de canto (aunque no unidas entre sí) a modo de losetas, el parquet industrial tiene su origen en los sobrantes de madera que, de este modo, no solo se podían aprovechar, sino que daban lugar a suelos robustos, resistentes y duraderos. De ahí que, en sus inicios, se destinara solo a ambientes industriales (que le dieron su nombre) y que, en la actualidad, sea perfecto para pisos tipo loft, en los que potencia su característica planta diáfana.

Con grosores de entre 1,5 y 2 cm, se suelen instalar en crudo (las tablillas vienen unidas por un precinto que desaparece tras acuchillar el parquet instalado), por lo que admiten todo tipo de acabados en obra, así como múltiples restauraciones. El de la imagen es un parquet industrial de castaño de Bioparquet.

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Diseños artísticos para crear ambientes singulares

Si visitando mansiones o edificios históricos te has maravillado con algunas creaciones artesanales en las que las piezas de madera formaban diseños geométricos impactantes y muy elaborados, tienes que saber que ya puedes disfrutar de la singularidad de ese tipo de piezas en tu hogar. Así, ya hay firmas que ofrecen piezas de diseños clásicos como Versalles, Normandía o Chantilly (que juegan con distintas disposiciones de tablillas de madera formando entramados), ya sea en forma de laminados que las imitan o incluso como protagonistas de colecciones singulares, como esta de Listone Giordano que, combinando chapas de distintas maderas, permite jugar con la perspectiva para transformar ópticamente un espacio. También espectacular es el empleo del mismo revestimiento en el suelo como en una pared de acento y la totalidad del techo, creando un atractivo efecto envolvente.

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Lo tradicional pisa fuerte

Los suelos de madera son un clásico que nunca falla al generar gran sensación de calidez y tratarse de un material sostenible. Además, los patrones tradicionales vuelven con fuerza conquistando los hogares de todos los estilos decorativos (incluso los más minimalistas), gracias a su potencia visual.  

¡La geometría al poder! Hablamos de dameros, la disposición en Punta Hungría y, por supuesto la infalible espiga. Este último diseño es el que reviste este piso arty, empleando madera de roble de la firma Allwood.

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