Si tu salón te parece soso y aburrido, aquí tienes una idea genial para insuflarle una buena dosis de originalidad: crear una pared decorativa diferenciándola del resto para crear un foco de atención.
Es una estrategia infalible con la que le darás al espacio una dimensión nueva y muy especial. Todo lo que tienes que hacer es destacar la pared elegida con un color diferente, un diseño especial o un revestimiento distinto, que puede ser papel pintado o cualquier otro material. De esta manera el ambiente pierde ese carácter plano y anodino para mostrar matices únicos.
La pintura a tu servicio
En esta aventura decorativa en la que te vas a embarcar la pintura será tu mayor aliada. No hay forma más sencilla, fácil y económica para crear en una habitación un efecto original que pintar una pared de un color diferente al resto.
Y esto que funciona así en el salón, sirve también para el dormitorio, un estudio o cualquier otra estancia de la casa. Se trata de una opción de diseño que, si se eligen bien los colores, resulta tremendamente impactante y que, además, requiere un esfuerzo mínimo.