‘Home sweet home’. Nada como los colores pasteles para lograr una decoración de interiores tranquila y dulce. Pero, además, los tonos empolvados de rosa, azul, verde y amarillo iluminan, llenan la estancia de una serena armonía y son menos peligrosos, decorativamente hablando, que los brillantes u oscuros. Aunque no temen el frío, son una de las tendencias de decoración del verano, por su delicada frescura. Descubre cómo quitarles su fama de ñoños y aburridos, usándolos (y combinándolos) adecuadamente.
Juntos y revueltos
Son los tonos de los ‘macarons’ de la pastelería francesa Ladurée y de la ropa que nos ponían nuestras madres cuando éramos bebés, pero también de la 'María Antonieta' de Sofia Coppola y de las últimas ‘fashion weeks’. Combinados entre ellos, como en esta propuesta de HomeSense, crean ambientes llenos de paz, que te conquistan por su suavidad, a la que caes rendida desde el primer instante.
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