No podemos estar más de acuerdo con la frase de la interiorista Kelly Wearstler: "Ama el color. Toma riesgos. Sé curioso". Por eso, hemos decidido plantar cara a las paredes blancas, grises o beis de nuestro salón y jugar a combinar. Pintarlas en dos o tres tonos, sin embargo, no es tan complicado como parece, siempre que mezcles tonalidades cercanas en el cícrculo cromático. Estos son nuestros dúos y tríos preferidos.
1. Verde, marrón y gris
A la hora de elegir los tonos para tu salón, debes tener en cuenta tanto los metros y orientación como el estilo. Si quieres crear una atmósfera natural, nada mejor que trasladar dentro de casa los dos colores de la naturaleza por excelencia: verde y marrón. El gris, tercero en discordia, es perfecto como apoyo de la pintura de las paredes, gracias a su neutralidad y elegancia.
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