La pareja compró este precioso loft ubicado en el Soho de Nueva York en 2014 y lo vendieron el pasado mes de octubre. La llegada de su hija, Dusty Rose, parece que les decidió a vender esta propiedad, quizás más apropiada para una pareja o un soltero que no para un matrimonio que está pensando en ampliar familia.

Esta es la preciosa fachada del edificio donde se encuentra el 'ex loft' de Adam Levine y Behati Prinsloo. Una típica construcción ubicada en el Soho de Nueva York, uno de los barrios más trendy de la ciudad de los rascacielos. Puro estilo industrial, eso sí, con un estilo muy chic.

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El 'ex loft' de Adam Levine y Behati Prinsloo tiene aproximadamente unos 260 metros cuadrados y techos de cuatro metros de altura. Un enorme espacio diáfano que la pareja se encargó de potenciar cuando en 2014, fecha en la que lo compraron, lo reformaron y decidieron eliminar dos de los dormitorios con los que contaba la construcción. Los grandes ventanales y los altísimos techos contribuyen, sin duda alguna, a multiplicar el espacio, algo muy característico, por otro lado, de los lofts neoyoquinos.

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El loft, de planta rectangular, conserva los atributos típicos de este tipo de construcción tan peculiar: las columnas y tuberías vistas, las paredes de ladrillo... Las estructuras se desnudan y se muestran sin pudor, creando un ambiente muy característico que nos remite al pasado industrial de este tipo de construcciones.

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En este caso, en lugar de suelo de cemento (algo que también suele ser típico de los lofts, se ha optado por el suelo de madera, que contribuye a dar una mayor sensación de calidez y confort al espacio. En la imagen una zona habilitada para los juegos, con una enorme mesa de billar que descansa sobre una inmensa alfombra, y al fondo una máquina de bolas y una gramola, las dos de claro estilo 'vintage'.

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En esta imagen puede verse muy claramente la planta rectangular del espacio, sobre las columnas exentas descansa una viga de madera vista. Si hay algo que define a los lofts es la simplicidad espacial y también decorativa, porque ante todo prima la funcionalidad.

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La cocina, abierta al espacio, como corresponde a este tipo de construcción, es también simple y funcional. La madera aporta calidez y combina bien con los electrodomésticos en acabado metálico. En tono a la cocina se ha creado una barra corrida semicircular en granito negro (como el resto de la encimera) con taburetes en la que se pueden acomodar comensales para tomar algo en plan informal.

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No obstante, también existe un área destinada a comedor con una mesa amplia y sillas para disfrutar de una comida un poco más formal. Las columnas ayudan a separar visualmente los diferentes espacios.

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En este tipo de espacios los elementos constructivos están a la vista como, por ejemplo, la pared de ladrillo. Estilo sencillo y funcional, donde se evita recargar en exceso con la decoración. Los muebles y accesorios son los necesarios, eso sí, normalmente se opta por materiales nobles como la madera que en combinación con el metal y el cristal ayudan a dar fuerza y carácter y, de paso, resaltar, aún más, los elementos arquitectónicos.

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El dormitorio, también práctico y funcional, con los elementos justos, pero muy bien escogidos. Los enormes ventanales dejan pasar la luz natural y ayudan a amplificar el espacio.

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En el área de descanso se ha habilitado un vestidor, separado por un panel en tono gris. Accesorios decorativos mínimos, eso sí, con un cierto aire retro lleno de encanto.

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El amplio cuarto de baño, todo en mármol bicolor. Con bañera y ducha perfectamente integrados.

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