Decoración de interiores

Ideas prácticas para crear el mejor rincón de trabajo en casa

Descubre cómo puedes conseguir un espacio de trabajo cómodo, agradable e inspirador en tu salón o en el dormitorio

Por Mónica Corredera

Si las circunstancias te obligan a trasladar tu lugar de trabajo a tu propia casa, lo mejor que puedes hacer es poner en práctica algunas estrategias para crear un entorno tranquilo, que te permita acometer tus tareas con eficacia y comodidad. ¡Te contamos cómo conseguirlo!

Crear un entorno agradable y sencillo

Trabajar en casa no siempre es tan fácil como parece y, por mucho que sea algo improvisado, es importante que puedas hacerlo en las mejores condiciones. La clave está en encontrar un espacio tranquilo, que favorezca la concentración y en el que te sientas a gusto. En este sentido, la sencillez será tu aliada. Busca un rincón alejado, a ser posible, de las zonas de mayor ajetreo, y que cuente con la suficiente luz natural. Procura no llenarlo de objetos y apuesta por colores claros y luminosos. La paleta de los neutros y las tonalidades de madera clara resultarán perfectas para decorarlo.

Si no dispones de un despacho y has de establecer tu área de operaciones en el salón, lo mejor es elegir muebles que se integren en el entorno, como los sistemas modulares.

Se impone la sobriedad y la funcionalidad: para empezar hazte con una mesa de trabajo adecuada, una silla cómoda que te evite sufrir dolores de espalda, y una lámpara de escritorio adecuada. Después podrás incorporar algunos elementos de almacenaje o decorativos.

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Que no falte el orden

Es esencial en el rincón de trabajo, ya que te ayudará a ser más productivo. Lo más importante es que no llenes tu mesa con cosas que no necesitas. Ten a mano el material de oficina en accesorios de almacenaje abierto (como cajas, botes, cestas o revisteros) y guarda el resto de objetos, papeles y documentos. Para ello puedes recurrir a cajas con tapa, archivadores, contenedores, estantes de pared, muebles de cajones (algunos de ellos equipados con separadores), etc.

Una mesa despejada te ayudará a mantener la concentración. No te puede faltar una caja especial para ocultar los cables (u otro sistema similar), ya que tener una maraña de ellos a la vista no favorece en absoluto la sensación de orden.

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Personaliza el espacio

Contar con un rincón sencillo en el que concentrarte para el trabajo, no significa que tenga que ser anodino e impersonal… Busca elementos que te ayuden a hacer tuyo el espacio, que te motiven y te hagan sentir bien. ¿Qué tal unas fotos inspiradoras? ¿Y un cartel con un mensaje optimista para mantener un buen estado de ánimo? Cuelga tu cuadro favorito en la pared, ten a mano un objeto especial, estrena ese cuaderno que tanto te gusta. Todo sirve para conseguir ese entorno agradable en el que te sientas a gusto.

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La mejor iluminación

La luz natural es fundamental a la hora de trabajar, tanto en la oficina como en casa. Además de hacerte sentir con más energía y disposición a la hora de acometer tus tareas, es lo más adecuado para tu salud, especialmente para la vista. Sin embargo, cuando la jornada laboral se alarga más allá de la puesta de sol necesitas una buena iluminación artificial. Lo más adecuado será contar con una lámpara de escritorio articulada, como un flexo, cuya luz puedas dirigir hacia un punto concreto. Así podrás leer, escribir o utilizar el ordenador sin molestas sombras.

En cuanto la temperatura de la luz, la más cálida y amarillenta (en torno a 2.700 grados Kelvin) resulta acogedora y relajante, mientras que la luz fría y blanca (sobre los 6.000 K) es estimulante. Para trabajar en casa lo recomendable es una luz intermedia o neutra (entre 3.300 y 5.000 K) que favorezca tu concentración. A la hora de colocar la lámpara en la mesa, procura que la luz quede por encima de la cabeza, y no en la línea de visión, para evitar sombras y deslumbramientos.

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Plantas contra el estrés

Incluir en tu espacio de trabajo algunas plantas es una gran idea, ya que contribuyen a lograr un ambiente más natural y acogedor. Eso sin contar con que resultan perfectas para combatir el estrés cotidiano, elevar nuestro estado de ánimo y hacernos sentir mejor. Algunas especies perfectas son el espatifilo (Spathiphyllum wallisii), el poto (Epipremmum aureum) y el filodendron (Monstera deliciosa): son resistentes, necesitan poca luz y purifican el ambiente.

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