Los muebles de la cocina o los azulejos parecen nuevos pero han envejecido con los años y no cuentas con un gran presupuesto para hacer una reforma. No te preocupes, te proponemos 10 ideas de decoración para renovar la cocina sin tener que gastar mucho dinero.
1.- Pinta las paredes. ¿Cansada de los azulejos y grecas? Puedes romper con la monotonía sin tener que recurrir a una cuadrilla de albañiles que tiren el alicatado a golpe de maza. ¿Cómo? Utilizando un papel especial para cocina, más grueso, con el que cubrir la superficie que ocupan los azulejos de toda la vida. Estampados, de colores o líneas, hay una gran variedad de papeles en tiendas de decoración y lo puedes hacer tú misma cubriendo previamente la superficie con masilla de relleno para ocultar el desnivel de grecas y juntas. Después lija la superficie y recubre las paredes con el papel.
2.- Cambia el color de los armarios. No te asustes… Igual que transformamos el acabado de las paredes podemos hacerlo con los armarios. Desmontamos los frontales y los lijamos y pintamos con el acabado que más nos interesa. Dependiendo de la tonalidad elegida el cambio puede ser impresionante. Un consejo, asegúrate de quitar bien el polvo de la superficie antes de pintar para que no quede ningún grumo.
3.- Ilumina distinto. Utiliza lámparas de bajo consumo y blanco intenso y coloca la mesa de la cocina cerca de la fuente de luz natural. El sol añade vitalidad al espacio para comer y cocinar durante todo el año.
4.- Sustituye viejos utensilios de la cocina como el cubo de la basura, las ollas y espátulas, los platos, cubiertos o las sartenes. Estos pequeños cambios en accesorios culinarios que utilizamos todos los días se convierten en pequeñas-grandes soluciones anti-monotonía. Sé tú misma y elige los complementos que mejor se adaptan a tus gustos y preferencias. El surtido es interminable y puedes elegir entre una amplia variedad de soluciones de organización y almacenaje en todo tipo de tiendas y establecimientos.
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5.- Arcoíris cromático. Incorpora colores nuevos en armarios, estanterías y tiradores. Un sencillo gesto como añadir una tonalidad en contraste puede darnos sorpresas muy agradables. Un detalle muy original es cambiar el color de la mesa y las sillas. No pasará desapercibido. Todos lo notarán.
6.- Utiliza cristales lacados en paredes para ganar luz y espacio. La luminosidad del espacio crecerá una barbaridad y la cocina parecerá otra. Si recurres a colores llamativos y paneles con dibujos conseguirás efectos sorprendentes.
7.- Tunea los electrodomésticos. Poco a poco, según se vayan estropeando, puedes ir sustituyendo los electrodomésticos de la cocina de acero a blanco o ponerlos de colores. También hay soluciones más sencillas e inmediatas: decóralos con cenefas e imanes para darles un aire distinto. Elige la imagen que mejor se adapte al espacio.
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8.- Renueva cortinas y persianas. Sustituye los típicos visillos de cocina por estores blancos o de colores y utiliza manteles y paños estampados o llamativos que destacan sobre el resto. Recuerda siempre aspectos como la claridad y la luz.
9.- Juega con los contrastes. Introduce estanterías y elementos decorativos originales. Coloca una pizarra en la que anotar recordatorios, compras y otros aspectos relacionados con la actividad diaria de la casa. O compra un reloj nuevo. Se trata de pequeños grandes gestos que rompen con el aburrimiento y la monotonía. También puedes decorar el interior de los armarios con papel adhesivo o visillos. No olvides elegirlos a juego con el resto de la decoración.
10.- Rústico renovado. ¿Te gustan las cocinas de las casas de campo pero vives en la ciudad y no tienes tanto espacio? Puedes hacer pequeños cambios en tu cocina de siempre para que parezca otra completamente distinta. Mantén los frontales de madera pero actualiza los tiradores en líneas verticales y horizontales. El acero en los electrodomésticos y una campana a juego, con líneas vanguardistas matizan la calidez de la madera. Añade luz blanca y encimeras claras.
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