INSPIRACIÓN 'DECO'

La casa se viste de rosa

Descubre las mil caras del ‘pink’ y conviértele en el protagonistas de tus estancias. Saca su lado más atrevido y déjate llevar por su poder. Romántico, empolvado, vitaminado, profundo, ostentoso… ¿Con cuál te quedas?

Por hola.com

Si crees que sabes todo sobre el color rosa, te sorprenderá el aspecto que puede adoptar esta tonalidad. Desde dar un toque sexy a tus ambientes, hasta rememorar toda la estética más pop, integrarse sin problema en la decoración ‘vintage’ o formar parte de un ambiente de la campiña inglesa.

Pura tendencia

Adorado por muchos, a la cabeza de los cuales nos encontramos al diseñador Karim Rashid, y odiado por otros, el rosa es tendencia. Ya nos lo avisaron a principios de año, cuando PANTONE proclamó el ‘rosa quartz’ como uno de los colores del año, ahora está presente en varios ambientes de Casa Decor 2016 y el universo ‘beauty’ le ha proclamado como uno de los colores de este verano (Dolce & Gabbana le ha dedicado una gama de labiales).

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‘C’est l' amour’

Romántico en su concepción, si le acompañas de flores o suaves objetos delicados, ahora se ‘mete’ en distintas pieles. Quítale la etiqueta de ‘ñoño’ y conoce sus posibilidades: empolvado, ostentoso, chicle, sexy ‘Barbie’, vitaminado, profundo o infantil. Este color se apodera la casa, vistiendo la ropa de cama, las paredes, los muebles, la vajilla o los accesorios. Hay pocos elementos que se resistan a sus sensaciones, a sus efectos en nuestro estado de ánimo, a su belleza estética y a su versatilidad. Se trata de un comodín decorativo perfecto, que luce con más fuerza cuando el buen tiempo llega y el sol ilumina nuestras estancias.

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Querido tono pastel…

Si hay un clásico, dentro de la paleta cromática rosa, es él. Pero, lejos de prejuicios, ¿por qué no apostar por un pastel? Es amable, sutil y tremendamente dulce. El rosa pastel da una nota de calidez y suavidad a los ambientes. Aunque siempre se ha destinado a la habitación infantil, no los descartes para el resto de la casa. Si los combinas con tonalidades fuertes, les sacará su lado más seductor. Con blanco resultan tremendamente románticos y luminosos, mientras que con la madera, tienen ese ‘punto’ nórdico, que está tan de moda. Los grises e, incluso, el negro pueden ser otros tonos con los que dar juego: por eso de la atracción de los opuestos. Y, por supuesto, con rosas de distinta intensidad y tonalidad, triunfan seguro.

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Manual de uso

Si hay que seguir alguna regla a la hora de mezclarlo en los ambientes es la falta de reglas. El rosa no tiene prejuicios estéticos y puede salir airoso de (casi) cualquier circunstancia. Eso sí, no te excedas en el resto de la decoración, para evitar su dulce empalago. A veces, menos es más, y no conviene abusar de su poder. Recuerda que los tonos claros crean ambientes luminosos si los combinas con verdes manzana o pistacho o azul grisáceo, mientras que los oscuros se vuelven sofisticados y envolventes con verde olivo e inglés o azul cobalto, y atrevidos y coloristas con tonalidades berenjena.

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Le gusta rodearse de objetos y formas de la estética industrial, pero también encaja a la perfección con estilos nórdicos, donde imprime suavidad y armonía al conjunto. La madera natural es uno de sus mayores aliados, ya que destaca su lado más ‘chic’, con un aire eco muy apetecible. Respecto a los motivos, si las flores lo adoran, las rayas o los motivos geométricos también se encuentran cómodos en su presencia.