Aptos para sibaritas, estos locales ofrecen un entorno donde la comida o el café es mucho más. Son espacios donde el espíritu del establecimiento se traslada a la decoración del mismo, creando un tándem perfecto. Visítalos para disfrutar de su oferta gastronómica, pero también para recrearte en su estilo decorativo. ¡Tomamos el pulso a la decoración gourmet!
Comer en la city
La Verónica (restaurantelaveronica.com). Sin perder su espíritu castizo, este restaurante (un verdadero punto de encuentro de arte y cultura) se moderniza tras 18 años de existencia con colores y mobiliario de diseño. Un lavado de cara, realizado por Jesús Regueira, donde el espacio se tiñe de blanco y se viste con piezas icónicas del siglo XX, como la silla de Maarten Van Severen para Vitra, y obras realizadas ex profeso para aquí por diseñadores y artesanos actuales, como la gran estera diseñada por Neutra Ediciones e Israel Dias. El resultado es impactante, luminoso y… ¡Delicioso!
Cantina, mercado de comida orgánica y librería, El huerto de Lucas (elhuertodelucas.com) con 450 m2 es un verdadero paraíso para los amantes de lo eco. En esta misma línea, el estudio More& Co ha llevado a cabo un proyecto biosaludable y una construcción libre de tóxicos. La cantina, con una cocina orgánica y sostenible, es un gran espacio conectado directamente con el exterior y la naturaleza, gracias a las plantas colgantes y a su espectacular claraboya. Los muebles de madera y forja evocan más a muebles de exterior, potenciando la conexión con lo natural.
Wanda (wandacafe.com) es una inyección de energía positiva, de alegría y color. Parolio, diseñador del proyecto, ha encontrado en los elementos tribales, la madera y los colores fluorescentes, su inspiración, logrando un estilo ecléctico y fresco, donde todos los muebles se han creado a medida. En definitiva, una decoración positiva y divertida que se adapta muy bien al concepto de lifestyle vanguardista que posee este restaurante-café.
La terraza de The Hat (thehatmadrid.com), un nuevo concepto de hostal con exposiciones permanentes, sesiones de DJ’s…, es un punto de encuentro entre los viajeros modernos y los madrileños, donde todos se sienten a gusto gracias a un estilo decorativo cosmopolita y abierto, que recibe a los comensales de una forma sencilla, pero llena de buen gusto. No te pierdas sus “Cenas en las alturas” de la mano del restaurante TriCiclo.
Un té (o un café) a media tarde
Salon des Fleurs (salondesfleurs.es) es un lugar único y especial ya desde el exterior, con su maravillosa carpintería con piezas falsamente carcomidas, rozadas y cortadas a mano y su bisagras recuperadas. Esta antigua perfumería se ha transformado en un salón de té y una tienda de flores y complementos, donde los detalles tienen importancia y el gusto por las cosas auténticas nos hace sentirnos cómodos desde el primer momento. En el interior, se han diseñado jardines verticales, que se mezclan con la carpintería de forma natural. Toda la decoración, con espejos antiguos y muebles renovados o de anticuario, se impregna de ese espíritu chic, donde la pintura craquelada y decapada y el predominio de los tonos crudos y grises crea una atmósfera dulce y coqueta.
De tapas
La Tasquería (latasqueria.com) es una ‘neotaberna’, donde la casquería, en clave de alta cocina, adquiere presentaciones inesperadas y originales de la mano del chef Javi Estévez. De estética industrial, la arquitectura se integra con el mobiliario, dando lugar a un espacio moderno y cómodo, donde ‘tapear’ o comer.
De todo un poco
Fox Cook & Sound (restaurantefox.com) es una casa en la ciudad y como toda casa está distribuida en distintas ‘habitaciones’ (siete, para ser más exactos): restaurante, Pool Bar, The Library, Fox Bar, Fox Garden… Alba Hurle y Alicia Martín de Cousí Interiorismo han sido las creadoras de este restaurante-casa, donde cada ambiente tiene sus propias señas de identidad. Así, se juega con un cálido y luminoso estilo colonial en el porche; mientras que The Kitchen es un espacio limpio y abierto, que recrea una cocina moderna; o el Fox Bar es la zona más casual de la casa, con un estilo ecléctico y personal. Una decoración personalizada, que se ajusta como un guante a cada momento y situación.
