Para tener una casa bonita, bien decorada, con personalidad y sentido del buen gusto no es necesario contar con un espectacular chalet en la costa. Ni con un impresionante apartamento en Londres o París. Y la vivienda que traemos hoy lo demuestra. Es un amplio —270 metros— adosado ubicado en la localidad madrileña de Villanueva del Pardillo.
Lo que sí es necesario es decorar con cuidado cada espacio, elegir los colores de las paredes y los muebles con mimo. Los colores y materiales, así como el lugar que van a ocupar. Siguiendo un mismo estilo o una mezcla, pero que tenga sentido. Los propietarios de esta casa decidieron encargar esa labor al estudio de interiorismo de las tiendas PortobelloStreet. El resultado es una vivienda de estilo clásico con acentos vintage.
El salón es probablemente la zona de la casa en la que más se evidencia esa influencia vintage. Está amueblado con colores suaves y neutros, como los tonos beis y tierra. Y con materiales naturales como el roble natural, que consigue un ambiente agradable, tranquilo.
Un elegante sofá en tono gris le da un toque de color presidiendo el salón frente a dos imponentes vitrinas en madera blanca, que hacen juego con la mesa de centro y el mueble de TV; todos de la misma colección.
El comedor está presidido por una elegante mesa con patas cabriolé en roble natural y blanco roto. Las sillas tapizadas en terciopelo y poliéster beis (material antimanchas), contrastan con la estructura en negro patinado de las sillas, dándole un toque de color y uniformando la decoración con la del salón.
El dormitorio principal se ha amueblado con una colección de muebles clásicos en madera de cerezo y una elección de colores más atrevidos, como rojos, cromados y grises. Esta gama de colores contrasta con el color blanco del cabecero en capitoné, y la ropa blanca de la cama, lo que controla el exceso de policromía. Se crea así una estancia elegante y amplia.
El segundo dormitorio se ha diseñado en líneas más lisas y sencillas, con una clara inspiración romántica. También en esta estancia predomina claramente la madera blanca y los detalles en colores suaves como el rosa o el azul. El toque femenino viene dado de la mano de estampados elegantes. De este modo, una gran luminosidad inunda toda la estancia.
El espacio del ático se ha destinado a despacho y se ha apostado para ello por un corte más moderno. Rompiendo con el estilo de decoración del resto de la casa, se han colocado muebles cromados y de diseño buscando un aire más masculino. Junto a la mesa de despacho, un futbolín de diseño, para relajarse del estrés laboral, al más puro estilo Google…
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