Un 'cottage' británico en el Ampurdán catalán

Esta preciosa casa situada en el bajo Ampurdán destila un aire campestre muy británico gracias al trabajo de rehabilitación y al mimo con que se han decorado sus interiores

by hola.com
En nuestro afán por enseñarte casas bellas en las que vive gente de verdad hemos querido salir al exterior. Porque con la llegada de la primavera, lo que nos apetece son las viviendas que miran al jardín. Con amplios porches y terrazas donde esperar a que llegue la noche. Y una decoración campestre, propia de los hogares rodeados por verdor y flores.
Y para eso nos hemos querido ir hasta el Bajo Ampurdán. Lo que hemos encontrado nos ha parecido una delicia. Una masía reconvertida en casa familiar para el veraneo de una familia compuesta por cuatro miembros: un matrimonio con dos hijas. 
Para poner a punto la amplia vivienda y recuperar su antiguo esplendor, sus propietarios confiaron el trabajo de rehabilitación al arquitecto Josep Bonvehí. Y la decoración de sus interiores al estudio de interiorismo de la tienda PortobelloStreet, que quiso imprimir en toda la casa un sugerente estilo cottage. Pasa y mira qué delicioso es el resultado.

Más información:
www.portobellostreet.es
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Los exteriores de la vivienda se han adaptado para disponer de diferentes y agradables emplazamientos durante todo el año. El porche —en la imagen— frente a la salida principal al jardín se ha decorado con rincones románticos que invitan al descanso y a la lectura. 
El comedor de marcado estilo campestre destaca por el tono crudo de sus paredes y de la alacena con forma de esquinero. Además, los detalles decorativos le aportan una nota personal y elegante, como la mesa recuperada y las butacas tapizadas. 
Una de las zonas más acogedoras de la casa es el salón de invierno —en la imagen—. Para su ubicación se eligió un rincón de techos bajos y vigas de madera en el que la luz natural entra a raudales. Se consigue de este modo el ambiente cálido y recogido que buscamos en época de frío. 
Para la cocina se han elegido piezas de mobiliario, iluminación y complementos antiguos, comprados en mercadillos y anticuarios. El objetivo era mantener la misma línea de interiorismo de cottage británico en toda la vivienda. 
Cada uno de los dormitorios, diseñados como amplias estancias, incluyen baño y vestidor. Los techos abovedados, originales de la casa, y las vigas recuperadas le dan ese aire campestre de masía catalana de la época que se buscaba. 
En el dormitorio de las niñas, las camas se apoyan en una pared de piedra, mientras que el techo está formado por una cubierta recuperada revestida con maderas de roble, castaño y pino. Bajo ella destacan las vigas originales que se han combinado con otras de abeto. 
Los baños son uno de los sellos de identidad de la casa, debido a que la propietaria es una amante de los tonos piedra y de los suelos hidráulicos. El destinado a las niñas se ha decorado básicamente en tonos blancos y rosas salpicados de verde. 
En el baño que acompaña la habitación principal se ha conseguido ese aire tan campestre gracias un zócalo de madera en las paredes, la chimenea y los techos de madera. Los apliques y los cuadritos que cuelgan de la pared dan un toque de romanticismo al espacio.