Estas patatas asadas son una guarnición irresistible. Son pura mantequilla en la boca, se deshacen, pero mantienen su textura y un ligero crujiente. Perfectas para acompañar una carne asada, o una barbacoa, incluso un pescado a la parrilla.
- 4 Patatas medianas
- 60 g de Mantequilla
- 1 rama de Tomillo
- 1 rama de Romero
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra
- 1 diente de Ajo
- 50 ml de Vino blanco
- 100 ml de Caldo de verduras
- Cebollino
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1.
Ponemos en un bol la mantequilla junto con el aceite de oliva virgen extra y lo metemos en el microondas, apenas 20 o 30 segundos, lo justo para que se derrita la mantequilla. Mezclamos bien.
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2.
Lavamos las patatas bien y las partimos, sin pelar. Podemos partirlas en rodajas gruesas si las patatas son un poco grandes o en mitades si son patatas tirando a pequeñas.
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3.
Colocamos las patatas en una fuente y salpimentamos generosamente. Añadimos el tomillo y el romero, previamente picados. Si nos gusta, podemos emplear otras hiervas aromáticas.
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4.
Regamos por encima con la mezcla de aceite y mantequilla, que ya estará líquido.
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5.
Removemos bien para que las patatas queden bien impregnadas por todos los lados.
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6.
Metemos en el horno, que ya debe estar caliente a 220°C y cocinamos durante 15 minutos. Pasado este tiempo, abrimos el horno para dar la vuelta a las patatas y cocinamos otros 5 minutos más.
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7.
Mientras tanto, pelamos el ajo y lo machamos en el mortero hasta reducirlo a una pasta.
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8.
Mezclamos en un bol el vino blanco junto con el caldo de verduras y añadimos el ajo machacado. Mezclamos bien.
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9.
Volvemos a abrir el horno y ahora regamos las patatas con este jugo. Continuamos la cocción durante 15 minutos más o hasta que se haya evaporado el jugo.
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10.
Sacamos las patatas, añadimos un poco de cebollino por encima. ¡Listas para servir!
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