Aunque la lasaña solemos comerla caliente, también a partir de láminas de pasta podemos hacer excelentes versiones frías ideales para el verano. Y también perfectas para los que siguen dietas veganas o vegetarianas. En este caso, le ponemos unas láminas de calabacín, queso crema vegano y piñones tostados.
- 12 ud de Láminas de lasaña
- 1 unidad de Calabacín
- 200 g de Queso crema vegano
- 100 g de Piñones
- Zumo de limón
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Perejil fresco
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1.
Cuece las láminas de lasaña en agua hirviendo con sal el tiempo que marque el fabricante en el envase. Escurre y deja enfriar.
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2.
Lava, seca y corta por la mitad el calabacín y luego en láminas.
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3.
Tuesta los piñones en una sartén sin dejar que se quemen.
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4.
Monta la lasaña intercalando láminas de lasana, queso crema vegano, piñones y calabacín con una pizca de sal y de aceite de oliva virgen extra.
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5.
Termina con una lámina de lasaña y decora con algún piñón y perejil fresco.
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