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'Las alcachofas son para mí las reinas de todas las verduras, me gustan de cualquier manera', cuenta Luna Zacharias, exconcursante de ‘MasterChef 8’ y autora del libro recién publicado 'Cocina rica en buen humor'. En sus páginas encontramos infinidad de recetas saludables, vistosas y muy ricas, como estas alcachofas confitadas al limón, ajo y hierbabuena, con salsa de anacardos y crujiente de ibéricos.
- 4 Alcachofas
- 3 Dientes de ajo
- 1 Limón
- Hierbabuena (un puñado)
- 1 litro de Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
La salsa de anacardos
- 200 g de Anacardos
- 60 g de Leche
- Sal marina
- Pimienta negra
- 1 chorrito de Aceite de oliva virgen extra donde han estado confitándose las alcachofas
- 2 lonchas de Jamón ibérico
-
1.
Lo primero que vas a hacer es limpiar las alcachofas. Para ello, quítales las primeras hojas que tienen alrededor. Corta las puntas y descorazona el centro. Retira el tallo.
-
2.
En una olla con 1 litro de aceite de oliva virgen extra, preferiblemente Picual o 0,4, añade los dientes de ajo pelados y cortados en láminas, unas rodajas de limón, unas hojitas de hierbabuena, sal marina y pimienta negra recién molida.
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3.
Calienta el aceite un momento a la máxima potencia, ¡¡¡pero sin que llegue a hervir!!! Solo lo justo para que rompan estos sabores. Luego baja el fuego hasta que el aceite se quede a unos 65 °C e introduce las alcachofas, colocadas mirando hacia arriba y sumergidas por completo en el AOVE. Deja que se hagan durante 1 hora aproximadamente a fuego medio bajo. Si no dispones de tanto tiempo, puedes cocerlas en agua durante 30 minutos, en lugar de confitarlas.
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1.
Deja en remojo los anacardos durante unos 30 minutos. Luego escurre el agua e introdúcelos en el vaso de la batidora, añadiéndoles la leche y el chorrito de aceite de confitar. Salpimienta y tritura hasta conseguir una textura cremosa y ligera.
-
1.
Si quieres darle el toque crujiente del ibérico, coloca un par de lonchas de ibérico encima de dos hojas de papel absorbente y otras dos hojas por encima del ibérico. Llévalo a un plato llano y al microondas 2 minutos. Retira el papel absorbente y deja que se enfríen para que se endurezcan. Con ayuda de tu batidora o un rodillo, tritura el ibérico y resérvalo para el toque final del emplatado.
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