Hacer unas croquetas o unos canelones es una estupenda idea para aprovechar unos restos de pollo asado. Pero no la única; también podemos emplearlo como ingrediente para, por ejemplo, preparar un sándwich tan apetecible como éste. El queso será el otro ingrediente principal; puedes elegir el que más te guste, pero, eso sí, tendrá que ser un queso que funda bien. ¿A qué esperas para encender el fogón?
- 2 rebanadas de Pan de molde
- 2 lonchas de Queso mozzarella
- 2 lonchas de Queso cheddar
- Mantequilla (nuez)
- Pollo asado (restos)
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1.
Desmenuza con las menos los restos de pollo que te hayan sobrado de una preparación anterior.
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2.
Pon una sartén antiadherente a fuego medio y derrite la mantequilla.
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3.
Coloca las rebanadas de pan en la sartén para que se impregnen de la mantequilla por ambos lados. Retira uno de los panes y reserva.
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4.
Sobre la rebanada que está en la sartén dispón dos lonchas de queso Mozzarella y dos lonchas de Cheddar. Baja el fuego, tapa la sartén y deja que el queso se vaya rerritiendo.
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5.
Cuando el queso esté blandito, disponemos sobre él los restos de pollo asado, tapamos con la rebanada de pan que habíamos reservado. Subimos el fuego y dejamos cocinar un poco más por ambas partes (con cuidado al dar la vuelta al sándwich) hasta que esté dorado a nuestro gusto.
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6.
Sirve de inmediato porque la gracia de este sándwich es comerlo bien calentito.
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