Simplemente cocinados a la plancha resultan deliciosos. También rebozados ‘a la romana’ son muy populares. Pero los calamares nos ofrecen un abanico infinito de posibilidades más. Aquí, por ejemplo, vamos a cocinarlos con salsa de tomate y un poco de vino blanco (una vez evaporado el alcohol, le dará un toque muy rico de sabor).
- 1 kilogramo de Calamares
- 1 Cebolla
- 2 dientes de Ajo
- 600 g de Salsa de tomate (una conserva de calidad)
- 4 cs de Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
- Perejil picado
- 0.5 vaso de Vino blanco
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1.
Limpiar bien los calamares, trocear los tentáculos y las aletas y cortar en anillas gruesas los cuerpos.
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2.
Pelar y picar la cebolla y los dientes de ajo.
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3.
Calentar el aceite en una cazuela. y dorar 1 minuto el ajo picado.
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4.
Añadir la cebolla picada y rehogar durante 4 minutos.
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5.
Incorporar los calamares, salpimentar y saltear unos 2 o 3 min.
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6.
Añadir el vino blanco y la salsa de tomate. Baja el fuego y cuece todo el conjunto hasta que veas que se evapora el vino y los calamares estén tiernos.
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7.
Probar, rectificar de sal si fuera necesario. Si vemos que el tomate tiene mucha acidez, corregir con un poquito de azúcar y remover.
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8.
Espolvorear con un poco de perejil picado y servir.
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