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Fácil
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¡HOLA! COCINA
Patatas, bacon y cebolla. Son los tres componentes fundamentales que no pueden faltar en ninguna receta de ‘Bratkartoffeln’ que se precie. Decimos ‘ninguna’ porque, en realidad, no existe un modo único e invariable a la hora de preparar esta delicia típica de Alemania. Una guarnición ideal para salchichas o huevos fritos que gustará a toda la familia.
- 4 Patatas cerosas medianas
- 150 g de Bacón
- 1 Cebolla mediana
- Sal
- Pimienta recién molida
- 1 manojito de Perejil fresco
- Mantequilla sin sal (una nuez)
- Aceite neutro
-
1.
Cuece las patatas en abundante agua.
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2.
Una vez cocidas, pélalas y córtalas en rodajas de medio cm de grosor aproximadamente.
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3.
Corta el bacon en tiras o daditos pequeños.
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4.
Pica la cebolla, también en dadito pequeños.
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5.
En una sartén amplia cocinar los daditos de bacon a fuego medio. Cuando estén hechos retirar y colocar sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
-
6.
En la misma grasa que ha soltado el bacon en la sartén, cocinar la cebolla. Cuando esté cocinada (que haya adquirido un tono transparente) retirar y mezclar con el bacon.
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7.
En la misma sartén, añadir una nuez de mantequilla (también puedes usar un poco de aceite neutro si lo prefieres) y cuando se haya derretido añadir las láminas de patata previamente cocidas. Salpimentar al gusto las patatas.
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8.
Intenta no amontonar las patatas en la sartén (que no se ‘pisen’ mucho unas con otras). Ve dándoles la vuelta para que se doren por ambos lados, con cuidado para que no se quemen.
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9.
Cuando estén casi hechas, agrega el bacon con la cebolla reservados y remueve suavemente para que se integre todo.
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10.
Termina espolvoreando un poco de perejil (también puedes optar en su lugar por un poco de romero, cebollino picado, mejorana, semillas de alcaravea…). ¡Y a disfrutar!
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