Al humus tradicional de garbanzos se le pueden incorporar otros muchos ingredientes para darle un toque distinto. Este aperitivo o entrante, tan habitual en muchos países de Oriente Medio, admite desde otro tipo de legumbres hasta los vegetales o frutos secos más variados. Nosotros optamos por ponerle zanahoria cocida y pipas de girasol.
- 400 g de Garbanzos en conserva
- 3 ud de Zanahoria
- 1 diente de Ajo
- 200 g de Pipas de girasol
- 4 cs de Aceite de oliva virgen
- 1 unidad de Limón
- 1 pizca de Pimentón picante
- Sal
- Semillas de sésamo blanco
- Galletas cracker
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1.
Pela las zanahorias, trocéalas y ponlas a cocer en un cazo con agua hirviendo y sal durante 20 minutos. Escurre y deja que se templen.
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2.
Exprime y cuela el zumo de limón.
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3.
Escurre los garbanzos del líquido de conserva pero no lo tires.
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4.
Echa en un cuenco los garbanzos, las zanahorias cocidas, el diente de ajo pelado, 3 cucharadas de pipas de girasol peladas, el zumo de limón, el aceite de oliva, el pimentón y un poco de sal.
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5.
Tritura hasta obtener una especie de paté. Si ves que queda muy denso, puedes aligerarlo con un poco del líquido de conserva de los garbanzos.
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6.
Prueba el humus para comprobar si está bien de sal y rectifica si hiciera falta.
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7.
Sírvelo en un cuenco y acompaña por encima con el resto de las pipas, unas semillas de sésamo y las galletas Crackers.
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