Un chocolate a la taza se puede aromatizar con todo tipo de especias, frutas, frutos secos, hierbas aromáticas o, como en este caso, flores. La lavanda le aporta un toque particular e inconfundible, además de original. En lugar de endulzar con azúcar, lo hacemos con miel y le añadiremos más cantidad de leche para que nos quede más líquido.
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1.
Lava las ramitas de lavanda y seca bien con papel absorbente.
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2.
Echa la leche junto con las ramitas de lavanda en una cazuela puesta al fuego y lleva a ebullición.
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3.
Retira del fuego, tapa la cazuela y deja en infusión durante 20 minutos.
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4.
Cuela la leche, añade la miel, mezcla bien y echa en otra cazuela.
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5.
Pon la cazuela con la leche y la miel a fuego bajo, incorpora el chocolate rallado y mezcla hasta obtener una crema homogénea.
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6.
Sirve y decora con unas ramitas de lavanda.
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