Los suflés son perfectos para tomar, en versión reducida, como aperitivo calentito. Te proponemos esta modalidad que lleva zanahoria y queso gorgonzola. Es muy sencillo y relativamente rápido de elaborar y como recomendación, sí te aconsejamos hornearlo casi en el momento para que esté caliente e hinchado.
- 500 g de Zanahoria
- 100 g de Queso gorgonzola
- 3 ud de Huevo
- 50 ml de Leche
- 20 g de Harina
- 20 g de Mantequilla
- Sal
- Pimienta
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1.
Pela las zanahorias, corta en rodajas y cuece en agua hirviendo con sal durante 25 minutos.
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2.
Escúrrelas y tritura con un poco de agua de la cocción para obtener un puré espesito.
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3.
Precalienta el horno a 180 grados.
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4.
Separa las yemas de las claras de los huevos.
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5.
Funde la mantequilla y añade la harina para rehogar; ve añadiendo la leche poco a poco y removiendo, a fuego suave, para hacer una bechamel y salpimenta.
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6.
Incorpora el queso gorgonzola y mezcla bien.
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7.
Retira del fuego para que pierda temperatura y añade las yemas de huevo.
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8.
Monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal.
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9.
Mezcla la bechamel con el puré de zanahoria y, por último, incorpora las claras mezclando con movimientos envolventes.
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10.
Engrasa unos moldes individuales con un poco de mantequilla y espolvorea una pizca de harina.
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11.
Rellena con la mezcla y mételos en el horno durante unos 15-20 minutos a 180 grados.
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12.
Sirve inmediatamente los suflés.
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