Ricos en vitaminas y bajos en calorías, estos pequeños frutos también reciben el nombre de zarzamora o frambuesa negra. Llegan con el final del verano y principios del otoño -aunque puedes encontralos congelados en cualquier época-. Y aunque suelen ser silvestres, también se cultivan. Es el fruto rojo que más antioxidantes nos aporta y posee una gran cantidad de fibra y un poder calórico muy bajo. Las moras resultan ideales para hacerlas en mermeladas, compotas, confituras...
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1.
Quita los pedúnculos a las moras y pónlas en un recipiente de tierra, cristal o loza; espolvorea con el azúcar y deja en maceración durante una noche.
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2.
Al día siguiente, vuelca el contenido del recipiente en la cacerola donde harás la mermelada y añade el zumo del limón.
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3.
Caliéntalo hasta que hierva y deja hirviendo 5 minutos.
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4.
Pasa todo por un tamiz y vuelve a poner el resultado al fuego, dejándolo hervir otros 5 minutos.
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5.
Quita la espuma que queda por encima, retíralo del fuego y pásalo a tarros esterilizados.
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6.
Tápalos al día siguiente ¡y listo!
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