Este café es perfecto para el desayuno o, incluso, para tomarlo en expreso después de comer. Gracias al uso del jengibre, tiene un gran efecto antiinflamatorio y cierto toque picante.
- 2 cs de Café molido
- 1 pizca de Jengibre seco en polvo
- 1 cucharadita de Miel
- 1 cucharadita de Crema batida
-
1.
En una cazuela pequeña, ponemos a hervir el café con el jengibre y un par de vasos de agua. La medida de agua dependerá de lo largo que queramos el café o de la mayor o menor intensidad que busquemos.
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2.
En nuestras tazas, depositamos la miel y, cuando el café haya hervido bien, lo depositamos a través de un colador. Mezclamos, en vez de con leche, con un poco de crema batida para darle una mayor textura.
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