Un pizza sencillísima que tendrás listas en, prácticamente, lo que tarda el horno en cocinarla. Solo tres ingredientes básicos: queso, tomate, rúcula (y, por supuesto, una buena base que podemos comprar ya elaborada en el mercado).
- 1 lámina de Masa de pizza de 250 gramos
- 400 g de Tomates cherry de 3 colores
- 250 g de Queso mozzarella
- 125 g de Tomates rallado
- Sal
- Pimienta
- Rúcula
-
1.
Precalentar el horno a 210º.
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2.
Lavar los tomatitos y cortarlos por la mitad. Cortar la mozarela en lonchas.
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3.
Extender la lámina de masa sobre una fuente redonda de horno y repartir por encima el tomate rallado.
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4.
Cubrir con las lonchas de mozarela y poner encima los tomatitos partidos por la mitad con el corte hacia arriba.
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5.
Espolvorear con sal y pimienta recién molida y meter al horno a 210º entre 10 y 12 min, hasta que estén bien dorados los bordes.
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6.
Decorar con unas hojas de rúcula la pizza al sacarla del horno y cortarla en porciones al gusto.
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