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35min
Fácil
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¡HOLA! COCINA
Cuando está en temporada, la remolacha es una delicia que se puede tomar en ensaladas, asada y también con cuchara. Esta crema de remolacha con yogur y semillas lo tiene todo: es reconfortante, ligera, saludable y muy nutritiva. Gracias a su intenso color, esta crema tiene un atractivo visual capaz de alegrar hasta el día más gris.
- 2 ud de Remolacha
- 1 unidad de Patata
- 1 unidad de Cebolla
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra
- 800 ml de Caldo de verduras
- 4 cs de Yogur natural o griego
- 1 puñado de Pipas de calabaza
- 1 cucharadita de Pipas de girasol
- 1 cucharadita de Semillas de sésamo blanco
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1.
Para hacer esta crema de remolacha lo primero que debemos hacer es cocer las remolachas. Enteras, sin pelar y sin retirar el tallo las colocamos en la rejilla de vapor de la olla rápida con un dedo de agua abajo. Cerramos la olla y cocinamos 8 minutos desde que salen los dos aritos en la olla que indican que ha alcanzado la presión. Si las cocemos en agua en un cazo normal, el tiempo de cocción se alargará hasta los 25 minutos. En realidad, en esta ocasión no queremos las remolachas totalmente cocidas, al fin y al cabo, luego terminarán de hacerse. Por eso no importa que estén un poco al dente.
-
2.
Una vez cocidas las sacamos y dejamos templar un poco. Cuando ya se puedan manipular, retiramos el tallo, las pelamos (la piel una vez cocida sale muy fácilmente) y las partimos en trozos medianos.
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3.
Pelamos también la patata y la troceamos.
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4.
Pelamos la cebolla y la picamos en brunoise, es decir, en daditos finos.
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5.
Ponemos un poco de aceite en una cacerola y pochamos la cebolla a fuego suave hasta que se haya ablandado y comience a transparentar, lo que le llevará 7 o 10 minutos.
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6.
En ese momento añadimos la remolacha troceada y la patata.
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7.
Añadimos sal y pimienta negra y cubrimos con caldo de verduras. Subimos el fuego hasta que comience a hervir y luego lo bajamos para que cueza despacito. Dejamos cocer durante 30 minutos más o menos.
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8.
Trituramos con la batidora hasta obtener una crema fina.
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1.
Servimos la crema de remolacha en unas bonitas taza o cuencos rústicos y ponemos en el centro una cucharilla de yogur. Espolvoreamos por encima unas semillas variadas: de calabaza, de girasol, de sésamo… que le darán un punto crujiente y un toque de sabor riquísimo. Opcionalmente también se puede adornar con alguna hojita de hierbabuena.
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